
El Reino Unido ha iniciado este miércoles el proceso de solicitudes para la obtención de la Autorización de Viaje Electrónica (ETA, por sus siglas en inglés), un requisito que será obligatorio para todos los ciudadanos europeos que deseen visitar el país, salvo los irlandeses, a partir del próximo 2 de abril. Para obtener esta autorización, los viajeros deberán completar un formulario en línea o a través de una aplicación móvil diseñada por el Gobierno británico, así como abonar una tasa de 10 libras esterlinas (aproximadamente 12 euros). Una vez concedido, el ETA permitirá estancias de hasta seis meses y tendrá una validez de dos años, siempre que el pasaporte no caduque antes.
Según el Ministerio del Interior británico, la implementación del ETA mejorará el sistema de inmigración, haciéndolo «más rápido y seguro» para los millones de personas que cruzan la frontera del Reino Unido cada año. Este permiso no será necesario para quienes ya posean un visado o para aquellos que hayan obtenido el ‘Settlement Status’, que permite a los europeos residir en el Reino Unido desde antes del Brexit. Asimismo, los viajeros en tránsito que no necesiten pasar por el control de pasaportes tampoco deberán solicitarlo.
El Gobierno británico asegura que la mayoría de las solicitudes serán aprobadas en cuestión de minutos, lo que facilitará los viajes de última hora. No obstante, se recomienda a los visitantes que tramiten sus autorizaciones con al menos tres días laborables de antelación, para tener en cuenta los casos que requieran un examen más exhaustivo. Este sistema, que ya se aplica en países como Estados Unidos y Australia, tiene como objetivo impedir la llegada de personas que puedan representar una amenaza para el Reino Unido.
Un sistema similar en Europa
Por su parte, la Unión Europea implementará este año un sistema análogo, conocido como ETIAS, que afectará a ciudadanos de unos 60 países que actualmente no requieren ningún documento para ingresar al espacio Schengen, incluidos los británicos. Aunque aún no se ha confirmado una fecha de entrada en vigor, se anticipa que la tasa inicial será de siete euros. En el caso del Reino Unido, se está considerando un aumento en la tarifa hasta 16 libras esterlinas (19 euros) en el futuro, aunque esta medida aún no está confirmada.
El ETA ya se aplica en el Reino Unido para ciudadanos de siete países de Oriente Medio desde finales del año pasado, mientras que los viajeros de otras naciones no europeas, como Estados Unidos, Canadá y Australia, deben tramitar el permiso desde el 8 de enero. La obligatoriedad del ETA para los ciudadanos europeos representa el último paso en un proceso que busca agilizar los trámites migratorios y completar la digitalización de los controles de pasaportes, ya sea por tierra, mar o aire.