La Importancia de los Bosques Miombo en África
El Miombo, una vasta región forestal que se extiende desde el norte de Tanzania hasta el sur de Mozambique, alberga una de las migraciones de mamíferos más impresionantes del mundo. Cada año, entre octubre y diciembre, hasta 10 millones de murciélagos fruteros de color paja se trasladan a través de África para congregarse en el Parque Nacional Kasanka en Zambia. Este ecosistema no solo es crucial para la biodiversidad, sino que también sostiene los medios de vida de más de 300 millones de personas que dependen de sus recursos para sobrevivir. Sin embargo, la región ha enfrentado una pérdida alarmante de cobertura forestal, con casi un tercio de su superficie desaparecida entre 1980 y 2020.
Un estudio reciente ha revelado que el Miombo podría almacenar más del doble del carbono que se había estimado anteriormente, alcanzando hasta 3.7 mil millones de toneladas métricas de carbono. Esta cifra destaca la importancia de estos bosques no solo como sumideros de carbono, sino también como activos económicos valiosos. Los países que logran conservar y restaurar estas áreas forestales pueden beneficiarse económicamente a través de créditos de carbono, una práctica que permite a las naciones vender derechos de emisión a empresas que buscan compensar su huella de carbono. Este hallazgo podría transformar la percepción económica del Miombo y aumentar los incentivos para su conservación.
La creación de la Alianza de Restauración del Miombo, que reúne a 11 naciones del sur de África, es un paso significativo hacia la restauración de estos bosques. Este esfuerzo, respaldado por una inversión de 500 millones de dólares por parte del grupo de comercio de materias primas Trafigura, se centra en la promoción de prácticas de uso sostenible de la tierra, especialmente en comunidades locales. Sin embargo, la controversia en torno a los créditos de carbono plantea preguntas sobre la efectividad de tales iniciativas. Expertos advierten que, aunque la restauración del Miombo es esencial, debe realizarse de manera que beneficie también a las comunidades que dependen de estos ecosistemas, garantizando la conservación de la biodiversidad y el bienestar humano a largo plazo.
