
En el ámbito laboral, persiste un relato tácito que señala a las mujeres como el problema central en la lucha por la igualdad de género. A lo largo de los años, se han implementado numerosas iniciativas y programas con el objetivo de preparar a las mujeres para el mundo profesional, pero surge una pregunta crucial: ¿y si el verdadero problema no son ellas, sino el sistema que las rodea?
La profesora Anja Danner-Schröder, del departamento de Estudios de Gestión de la Universidad Técnica de Rheinland-Pfalz, ha abordado este tema en su reciente análisis del podcast «The Fix», que se centra en la desigualdad de género en el lugar de trabajo. Junto a sus colegas, Danner-Schröder ha examinado los episodios del programa desde una perspectiva teórica de la práctica, y sus hallazgos han sido publicados en la revista Organization Studies.
Durante las últimas dos décadas, la cuestión de la (in)igualdad de género ha ganado atención tanto en círculos académicos como en iniciativas públicas. Sin embargo, Danner-Schröder señala que «a menudo se intenta hacer que las mujeres se adapten al mundo profesional». Se les anima a ser más seguras de sí mismas, a mejorar su autovaloración y, en algunos casos, incluso a planificar su maternidad para cumplir con las exigencias del mercado laboral. Esta perspectiva, que asume que las mujeres necesitan ser «arregladas», se convierte en el núcleo del problema.
Desmantelando narrativas establecidas
El podcast «The Fix», dirigido por Michelle Penelope King, desafía esta narrativa. En sus conversaciones con investigadores, políticos, actrices y ejecutivos, King desplaza el enfoque de la necesidad de «arreglar» a las mujeres hacia la necesidad de transformar el sistema para lograr una igualdad real. A través de más de 200 episodios, «The Fix» ilustra cómo las estructuras profundamente arraigadas y las prácticas cotidianas perpetúan la desigualdad. Por ejemplo, en la industria aérea, solo el cinco por ciento de los pilotos son mujeres, en parte debido a la inflexibilidad de los horarios laborales que dificultan a las mujeres con responsabilidades de cuidado.
Además, las mujeres y los grupos marginados a menudo se ven obligados a ajustar su comportamiento para evitar ser estereotipados, lo que genera un entorno laboral estresante. Estas pequeñas adaptaciones, descritas por Danner-Schröder como «muerte por mil cortes», demuestran cómo numerosas desventajas menores pueden tener un impacto significativo en la vida cotidiana de las mujeres.
Sin embargo, el podcast también presenta ejemplos de cómo se puede avanzar. La situación en Islandia, donde el permiso de paternidad es la norma y la crianza se considera una tarea compartida entre géneros, ejemplifica el cambio sistémico necesario. Asimismo, se destaca la importancia de las alianzas con colegas masculinos; los hombres pueden contribuir a reducir la discriminación en el trabajo mediante acciones pequeñas, como abordar comentarios problemáticos.
La igualdad de género no puede ser considerada una responsabilidad exclusiva de las mujeres. Es necesaria la implicación de todos los actores que dan forma a los sistemas laborales. Danner-Schröder argumenta que es fundamental cambiar la comprensión sobre lo que es la desigualdad de género, así como entender cómo opera y se manifiesta en la práctica cotidiana. Este enfoque práctico, que se centra en las acciones diarias, es esencial para lograr un cambio sostenible.
Esta corrección del sistema exige no solo cuestionar y modificar las propias acciones, sino también tomar una postura activa y concienciar sobre prácticas visibles y ocultas, establecer nuevas prácticas y desarrollarlas. La transformación sistémica es la clave para un éxito duradero. Aquellos que se atrevan a desafiar patrones establecidos no solo se abren a nuevas oportunidades, sino que también crean un entorno en el que todos los participantes pueden alcanzar el éxito a largo plazo.