
El módulo lunar robótico Athena, de propiedad privada, ha dejado de funcionar tras aterrizar de manera lateral en un cráter cercano al polo sur de la Luna el pasado jueves por la tarde. Intuitive Machines, la compañía con sede en Houston que diseñó y lanzó la nave espacial, anunció el viernes por la mañana que la misión ha concluido oficialmente después de que Athena se desviara más de 800 pies de su punto de aterrizaje previsto y cayera.
La empresa comunicó que «la misión ha concluido y los equipos siguen evaluando los datos recopilados a lo largo de la misma». Este fue el segundo intento de aterrizaje lunar para Intuitive Machines en el último año. Athena, un vehículo robótico de 15 pies de altura, es casi idéntico a Odysseus, otro módulo de aterrizaje de Intuitive Machines que alcanzó la superficie lunar en febrero de 2024, aunque también sufrió un accidente poco después de aterrizar.
Según la NASA, Athena tocó la superficie lunar aproximadamente a las 12:30 p.m. hora del este el jueves. Durante una conferencia de prensa celebrada a las 4 p.m., Steve Altemus, CEO de Intuitive Machines, indicó que el equipo no estaba seguro de la ubicación exacta del aterrizaje y que la misión de Athena había sido «fuera de lo normal», un término utilizado en la industria aeroespacial para describir situaciones no previstas, lo que sugiere que la misión no se desarrolló como estaba planeado originalmente.
Objetivos de la misión Athena en la Luna
Athena tenía como objetivo desplegar un rover llamado Mobile Autonomous Prospecting Platform (MAPP), un vehículo de cuatro ruedas construido por la empresa Lunar Outpost en Colorado, que se encargaría de probar equipos de comunicación celular y crear un mapa tridimensional de la superficie lunar. De haberse realizado con éxito, MAPP habría sido el primer rover robótico estadounidense en la Luna. Además, Athena transportaba un taladro para la NASA, diseñado para extraer y analizar el suelo lunar en busca de agua congelada y otros compuestos.
La información obtenida sería crucial para que los científicos comprendieran mejor los recursos lunares. La NASA está particularmente interesada en analizar cualquier evidencia de agua en preparación para el envío de más astronautas a la Luna como parte del programa Artemis, cuyo objetivo principal es formar a los astronautas en la Luna como paso previo a una misión a Marte. Este programa también busca utilizar la Luna como un campo de pruebas para futuras misiones interplanetarias, así como para la recolección de materiales en la superficie lunar que puedan ser utilizados como combustible.
La misión de Athena se suma a otra reciente hazaña en la exploración lunar, ya que Firefly Aerospace, otra empresa con sede en Texas, logró aterrizar su módulo Blue Ghost en la Luna el pasado domingo, marcando su primer viaje a la Luna con el apoyo del programa de Servicios Comerciales de Carga Lunar de la NASA. Desde su aterrizaje, Blue Ghost ha estado enviando fotografías y datos recopilados durante sus experimentos, similares a los planes iniciales de Athena, que también incluían la recolección de muestras del suelo lunar.