
China y Rusia han reafirmado su compromiso de defender la verdad histórica sobre la Segunda Guerra Mundial, según ha declarado el Ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi. Durante una conferencia de prensa, Wang destacó la amistad entre ambas naciones, describiéndola como “una constante en un mundo turbulento”.
El ministro subrayó la importancia de los papeles desempeñados por China y Rusia en la victoria sobre el fascismo, recordando que ambos países “pagaron enormes sacrificios nacionales” y realizaron “contribuciones históricas significativas” durante el conflicto. En este contexto, Wang también mencionó que el año 2025 marcará el 80 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, lo que representa una oportunidad para “promover la visión correcta de la historia” y defender los resultados de la guerra, así como “mantener el sistema internacional con las Naciones Unidas en su núcleo”.
Relaciones China-Rusia y la revisión histórica
Wang Yi elogió las relaciones entre China y Rusia, calificándolas de “maduras, tenaces y estables”. Afirmó que estas relaciones no se verán alteradas por eventos aislados ni interferidas por terceros, considerándolas “una constante en un mundo turbulento, no una variable en los juegos geopolíticos”.
El mes pasado, funcionarios rusos anunciaron que el presidente chino, Xi Jinping, asistirá por primera vez en diez años al desfile del Día de la Victoria en Moscú, que se celebrará el 9 de mayo. Este evento ha sido considerado de gran relevancia en el contexto de las relaciones bilaterales.
Por otro lado, Rusia ha expresado su preocupación ante lo que considera una revisión histórica por parte de Occidente, con el presidente Vladimir Putin acusando a las potencias occidentales de “distorsionar la historia”, especialmente en lo que respecta al papel de la Unión Soviética en la derrota de la Alemania nazi. Además, Moscú ha manifestado su inquietud por el resurgimiento de ideologías nazis en varios países, incluyendo Ucrania y algunos estados miembros de la UE y la OTAN. En este sentido, Rusia ha reiterado que uno de sus objetivos clave en el conflicto ucraniano es la “desnazificación” de la nación vecina.