
La expansión de Amazon Web Services en Aragón y su impacto ambiental
El exterior de los centros de datos de Amazon Web Services (AWS) en España evoca la imagen de una instalación de alta seguridad, similar a una base militar. Desde su apertura en 2022, AWS ha establecido tres complejos en las provincias de Zaragoza y Huesca, donde una doble valla y cámaras de vigilancia aseguran el resguardo de estos edificios que albergan miles de servidores. En mayo de este año, la compañía anunció planes para expandir su infraestructura, sumando otros dos centros a su ya significativa red, un proyecto que consideran vital para su estrategia global en el sector tecnológico.
La carrera por desarrollar y ejecutar modelos de inteligencia artificial a gran escala conlleva un costo elevado en términos de recursos. Entre estos, destaca el consumo de energía y agua, lo que ha suscitado preocupaciones en un contexto climático como el español. Pese a la creciente presión ambiental, las grandes empresas tecnológicas, incluida AWS, suelen ser reacias a proporcionar datos precisos sobre su consumo de recursos. Esta falta de transparencia ha generado inquietudes en torno al impacto ambiental de sus operaciones, especialmente en un territorio que ya enfrenta desafíos relacionados con la escasez de agua.
La información disponible sobre el consumo de agua en los centros de AWS en Aragón es limitada. Aunque el centro de Huesca ha reportado un aumento significativo en el uso de agua industrial desde su apertura, superando las proyecciones iniciales de la compañía, los datos sobre el consumo total y su impacto ambiental siguen siendo oscuros. Expertos en recursos hídricos advierten sobre el estrés hídrico que enfrenta la región, sugiriendo que cualquier uso adicional de agua intensifica la presión sobre un sistema ya frágil. A medida que la empresa continúa expandiendo su infraestructura, la falta de una regulación clara y mecanismos de fiscalización plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de sus operaciones y la capacidad de las autoridades para gestionar el creciente impacto ambiental.