El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció la pasada noche la intención de España de alcanzar el 2% del PIB en gasto en Defensa antes de 2029. Este objetivo, sin embargo, puede enfrentar dificultades significativas debido a la resistencia de sus socios de coalición y otros aliados políticos. Formaciones como Sumar, que habitualmente apoya al Ejecutivo, ya han expresado su oposición a este incremento del gasto, lo que complica la viabilidad de la propuesta. Ante esta situación, el presidente podría verse obligado a buscar el apoyo del Partido Popular (PP) y Vox, ambos favorables a un mayor presupuesto en defensa, aunque Sánchez ha dejado claro que no establecerá diálogo con Vox.
Desafíos en la búsqueda de apoyo político
La falta de comunicación entre Sánchez y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien no ha sido contactado en más de un año, añade otra capa de complejidad a las negociaciones. Feijóo ha criticado esta falta de diálogo, sugiriendo que la ausencia de apoyo se debe más a la necesidad que a una decisión estratégica del presidente. En este contexto, el líder del PP ha solicitado un informe que detalle los recursos y apoyos disponibles para respaldar el aumento del gasto en Defensa, enfatizando la importancia de que cualquier propuesta sea considerada una «propuesta de Estado» y cuente con el respaldo de todos los miembros del Gobierno.
Desde el Ejecutivo, se han presentado argumentos a favor de esta inversión, con el ministro de Justicia, Félix Bolaños, afirmando que incrementar el gasto en Defensa es sinónimo de fortalecer la democracia y la seguridad del país. No obstante, el rechazo de sus socios plantea un desafío considerable para el Gobierno, que ahora debe encontrar un equilibrio entre cumplir con sus compromisos internacionales y mantener la estabilidad de su coalición. La próxima reunión en la que se abordará este tema será crucial para definir el futuro del presupuesto en Defensa y las relaciones políticas en el país.
