El guía supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha denunciado recientemente lo que califica como una política de «intimidación» por parte de Estados Unidos. Esta declaración se produce tras las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump, quien advirtió sobre un posible ataque militar si Irán no accede a negociar su programa nuclear.
En una entrevista emitida el pasado viernes en el canal Fox Business, Trump afirmó haber enviado una carta a Teherán, instando a las autoridades iraníes a entablar negociaciones. «Les escribí una carta diciéndoles que espero que negocien, porque si tenemos que atacar militarmente, será algo terrible para ellos», declaró el mandatario.
Sin embargo, el jefe de la diplomacia iraní, Abás Araghchi, respondió que Teherán aún no había recibido dicha carta. «Hemos oído hablar de ello, pero aún no hemos recibido nada», comentó en una entrevista con la televisión estatal.
Durante un discurso, Jamenei subrayó que «algunos gobiernos insisten en la intimidación para obtener negociaciones», aunque no mencionó directamente a Trump. El líder iraní argumentó que para estos gobiernos, las negociaciones no son un medio para resolver problemas, sino una herramienta para dominar y imponer su voluntad sobre la otra parte.
El presidente iraní, Masud Pezeshkian, quien aboga por las negociaciones con Occidente para levantar las sanciones y revitalizar la economía del país, estuvo presente en el discurso de Jamenei. A pesar de la tensión, el líder supremo no hizo mención a la carta supuestamente enviada por Trump.
Retirada unilateral del acuerdo nuclear
Es importante recordar que Trump se retiró unilateralmente en 2018 de un acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, firmado tres años antes. Este acuerdo, que incluía a Francia, Alemania, Reino Unido, China y Rusia, preveía el levantamiento de algunas sanciones a cambio de un control sobre las actividades nucleares de Irán.
Como respuesta a la retirada estadounidense, Irán ha ido distanciándose progresivamente de sus compromisos, acelerando sus actividades nucleares. Teherán defiende su derecho al uso de la energía nuclear con fines civiles, aunque afirma no tener intención de desarrollar armas nucleares.
