El nuevo rumbo de la política científica en Estados Unidos
El presidente Donald Trump, al asumir el cargo el 20 de enero de 2025, firmó una orden ejecutiva titulada «Terminación de Programas de Diversidad, Equidad, Inclusión y Accesibilidad del Gobierno Federal». Esta medida busca eliminar todos los mandatos, políticas y programas relacionados con la diversidad, equidad e inclusión (DEI) en el ámbito gubernamental. Entre las iniciativas afectadas se encuentran subvenciones y contratos «relacionados con la equidad», así como los requisitos de desempeño DEI para los beneficiarios de subvenciones, que exigían planes para abordar la subrepresentación en diversas áreas de estudio. Las agencias federales fueron notificadas para implementar estas directrices en un plazo de 60 días.
Al día siguiente, Trump firmó una segunda orden ejecutiva, «Terminación de la Discriminación Ilegal y Restauración de Oportunidades Basadas en el Mérito», que amplió el alcance de la primera a los subcontratistas federales e instó al sector privado a adoptar un enfoque similar. Esta serie de decisiones ha provocado que diversas agencias federales tomen medidas inmediatas. Referencias a la DEI han desaparecido de sus sitios web y organismos como los Institutos Nacionales de Salud y la Fundación Nacional de Ciencias han emitido comunicados al respecto. Científicos financiados por el gobierno recibieron notificaciones indicando que los componentes de diversidad ya no serían considerados en la evaluación de propuestas. Algunas agencias incluso suspendieron programas específicos de DEI y terminaron subvenciones dedicadas a esta causa.
Desde la firma de estas órdenes, la comunidad científica ha manifestado una profunda preocupación. Muchos investigadores, especialmente aquellos en las primeras etapas de su carrera, están inquietos por el impacto que estas políticas puedan tener en su seguridad laboral y entorno de trabajo, un temor que se acentúa entre las comunidades minoritarias. Estas modificaciones en las políticas, que se suman a otras iniciativas destinadas a reducir el gasto federal, podrían obstaculizar los avances hacia una mejor representación en el ámbito de la ciencia y la tecnología. Aunque las órdenes no detendrán la mayoría de las investigaciones, los beneficios de contar con equipos diversos y competitivos podrían verse comprometidos.
