
Investigadores de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) han realizado un avance significativo en el desarrollo de variedades de frijol genéticamente mejoradas, capaces de resistir condiciones de escasez de agua. Este hallazgo es crucial para la implementación de estrategias agrícolas más eficientes y sostenibles, especialmente en un contexto de cambio climático donde la disponibilidad de recursos hídricos se ve cada vez más comprometida.
La investigación, publicada en la revista Environmental and Experimental Botany, destaca la importancia de los frijoles comunes (Phaseolus vulgaris) como un alimento básico en la dieta de muchas comunidades a nivel mundial, incluyendo Ecuador. A pesar de su bajo coste, estos pequeños granos representan una valiosa fuente de proteínas, fibra y minerales esenciales, convirtiéndose en un componente clave para la seguridad alimentaria.
Desafíos del cambio climático
A medida que el cambio climático avanza, la producción de frijoles enfrenta retos significativos, especialmente debido al estrés hídrico. Las sequías prolongadas afectan negativamente su crecimiento y rendimiento, amenazando así la sostenibilidad agrícola. Identificar las proteínas involucradas en la resistencia a la sequía permite a los investigadores desarrollar estrategias de mejora genética que aseguren la viabilidad de los cultivos en condiciones adversas.
Para comprender qué hace a algunas variedades de frijol más resistentes a la escasez de agua, los investigadores analizaron nueve variedades para examinar su respuesta molecular al estrés hídrico. A través de técnicas avanzadas de proteómica, como la electroforesis bidimensional y la espectrometría de masas, se identificaron 111 proteínas clave implicadas en la adaptación a la sequía. Entre ellas, dos proteínas destacaron por su papel protector: LEA14 y PCC13-62, que ayudan a la planta a retener agua y estabilizar estructuras celulares, además de resistir daños causados por la falta de humedad.
Particularmente, la variedad INIAP_473 demostró una resiliencia excepcional, lo que abre nuevas posibilidades para el desarrollo de cultivos mejor adaptados al cambio climático, garantizando así la producción alimentaria en un mundo con recursos hídricos cada vez más limitados.
Innovación y sostenibilidad agrícola
Los resultados de este estudio subrayan la relevancia de la biotecnología en la agricultura moderna. Al comprender en profundidad las proteínas que intervienen en la resistencia al estrés hídrico, los científicos pueden diseñar programas de cría más precisos, optimizando la producción sin comprometer la calidad de los alimentos. Estos avances no solo benefician a los agricultores, sino que también representan un aporte significativo a la sociedad en su conjunto. Un frijol más resistente significa una fuente alimentaria más segura en tiempos de crisis climáticas, además de ofrecer la oportunidad de reducir la huella ecológica de la producción agrícola, contribuyendo así a la conservación del agua, un recurso cada vez más escaso.
Así, el frijol común, con su apariencia modesta, se convierte en un símbolo de resiliencia e innovación. A través de la ciencia, se asegura que este alimento esencial continúe nutriendo a las generaciones futuras, aun en un mundo donde el agua se convierte en un recurso cada vez más valioso.
Más información:
Jeffrey Vargas Pérez et al, Proteomic analysis of storage proteins in Phaseolus vulgaris associated with resistance to water stress, Environmental and Experimental Botany (2024). DOI: 10.1016/j.envexpbot.2024.106002
Proporcionado por
Escuela Superior Politécnica del Litoral