
Descubrimiento de cuatro planetas rocosos en el sistema de la estrella de Barnard
Un equipo de científicos ha confirmado la existencia de cuatro pequeños planetas rocosos que orbitan alrededor de Barnard’s Star, el segundo sistema estelar más cercano a la Tierra. Este descubrimiento se realizó utilizando un instrumento especializado en el potente telescopio Gemini North, ubicado en Hawái, a tan solo seis años luz de nuestro planeta. Sin embargo, todos estos mundos son demasiado cálidos para albergar vida tal como la conocemos.
La emoción por este hallazgo radica en la cercanía de Barnard’s Star, que es considerado un vecino cósmico, aunque aún se sabe poco sobre él. A lo largo de los años, ha habido múltiples afirmaciones sobre la existencia de exoplanetas en torno a esta estrella, que es un enano rojo, conocido también como M-dwarf. Destaca por tener el movimiento propio más rápido de todas las estrellas descubiertas hasta ahora.
Recientemente, en 2024, astrónomos que utilizaban el espectrógrafo ESPRESSO en el Very Large Telescope de Chile habían detectado un planeta y la evidencia de otros tres. Sin embargo, el equipo liderado por Jacob Bean y Ritvik Basant, de la Universidad de Chicago, ha confirmado la existencia de los cuatro planetas. Barnard’s Star, al ser relativamente brillante, permitió recolectar datos incluso en noches de mal tiempo, lo que facilitó la identificación de estos planetas de baja masa.
La herramienta clave para estas observaciones fue el espectrómetro MAROON-X, que mide la «velocidad radial» de Barnard’s Star, es decir, el leve movimiento de vaivén de la estrella provocado por la gravedad de los planetas que la orbitan. Estos planetas son notablemente menos masivos que la Tierra, siendo algunos de los exoplanetas menos masivos jamás detectados. El planeta más cercano a la estrella, denominado d, tiene solo un 26% de la masa terrestre y completa una órbita en 2.34 días. Los demás planetas, b y c, tienen masas del 30% y 33.5% de la Tierra, respectivamente, y orbitan a distancias relativamente cercanas entre sí.
Estos mundos presentan una disposición compacta, con distancias mínimas entre ellos. Por ejemplo, hay solo 600,000 kilómetros entre los planetas d y b. Esta proximidad contrasta con el sistema solar, donde la distancia promedio entre la Tierra y la Luna es de 384,000 kilómetros. A pesar de su cercanía, ninguno de estos planetas es habitable, ya que sus altas temperaturas excluyen la posibilidad de vida como la conocemos. La zona habitable de Barnard’s Star se encontraría más allá de estos planetas, con periodos orbitales que oscilarían entre 10 y 42 días.
A pesar de que los cuatro planetas no transitan frente a su estrella desde nuestra perspectiva, es posible estudiar su emisión térmica con el Telescopio Espacial James Webb, aunque esto representa un desafío. El equipo de investigación continúa buscando más planetas en el sistema de Barnard, con la esperanza de desvelar más secretos sobre este fascinante vecino cósmico. Los hallazgos han sido publicados en la revista The Astrophysical Journal Letters, contribuyendo así al conocimiento sobre la formación y características de sistemas planetarios en nuestra vecindad galáctica.