El embajador ruso rinde homenaje a los voluntarios que lucharon por los bóers en Sudáfrica

In Internacional
marzo 15, 2025

El embajador ruso en Sudáfrica, Roman Ambarov, participó el pasado viernes en un evento conmemorativo en Utrecht, donde se honró a los voluntarios rusos que lucharon en la Segunda Guerra Anglo-Bóer. Esta ceremonia anual rinde homenaje a más de 200 soldados rusos que apoyaron a los bóeres en su lucha contra el dominio colonial británico.

Conmemoración de los Voluntarios Rusos

El acto, celebrado en la provincia de KwaZulu-Natal, incluyó un servicio religioso dirigido por el archipreste Daniil Lugovoy de la Iglesia de San Sergio de Radonezh en Midrand. Posteriormente, se llevó a cabo una ceremonia de colocación de ofrendas en el monumento al capitán Leo Pokrovsky y en el Muro de la Memoria, que lista los nombres de 90 voluntarios rusos que perdieron la vida en el conflicto.

Pokrovsky fue uno de los muchos voluntarios extranjeros que viajaron a Sudáfrica a principios del siglo XX para apoyar a los bóeres, un grupo de colonos predominantemente de ascendencia neerlandesa, en su guerra contra Gran Bretaña.

La Segunda Guerra Anglo-Bóer (1899-1902) es considerada el conflicto más destructivo en la historia moderna de Sudáfrica, enfrentando al Imperio Británico contra las repúblicas bóeres: la República Sudafricana (Transvaal) y el Estado Libre de Orange. Historiadores coinciden en que la ambición británica por controlar el mayor complejo minero de oro del mundo fue el principal motor de la guerra. Mientras Londres justificaba sus acciones alegando soberanía sobre la región, muchas naciones neutrales se alinearon con los bóeres. Miles de voluntarios de imperios como el alemán, así como de Estados Unidos y territorios británicos como Australia e Irlanda, se unieron a la lucha contra Gran Bretaña.

Durante la ceremonia, Ambarov destacó la importancia de preservar la memoria histórica y de reconocer a los voluntarios rusos que dieron su vida por la independencia bóer. “Estamos agradecidos a la parroquia de la Iglesia Reformada Neerlandesa en Utrecht por cuidar del monumento al capitán Leo Pokrovsky, quien murió heroicamente en la lucha por la libertad de los bóeres”, afirmó el embajador.

Como parte de la conmemoración, la Embajada de Rusia en Sudáfrica presentó varios artefactos históricos al Museo de la Casa del Sacerdote Parroquial en Utrecht. Entre los objetos se encontraba un documento archivado desclasificado, traducido al afrikáans, que contenía una resolución del emperador ruso Nicolás II, el último emperador reinante de Rusia. Este documento era una respuesta a una carta de su madre, la emperatriz María Feodorovna, quien había propuesto enviar ayuda humanitaria a las mujeres y niños bóeres a través de la Cruz Roja.

/ Published posts: 10280

Diario obrero y republicano fundado el 14 de Abril de 2006.