Dos astronautas de la NASA, Butch Wilmore y Suni Williams, continúan su estancia en la Estación Espacial Internacional (ISS) desde junio, tras un incidente con la nave Boeing Starliner que estaban probando. La situación se ha vuelto un tema de interés tanto por el aspecto humano como por las implicaciones políticas que ha suscitado en los Estados Unidos.
La NASA y SpaceX han programado el lanzamiento del cohete Falcon 9, que llevará a cabo la misión Crew-10, para el próximo viernes a las 19:03 (hora local), después de que un problema técnico impidiera el lanzamiento programado anteriormente. Esta nueva misión, compuesta por un equipo internacional de cuatro miembros, no solo tiene como objetivo realizar experimentos científicos en la ISS, sino que también permitirá que Wilmore y Williams regresen a casa tras un prolongado periodo en el espacio.
El viaje que originalmente se pensó que duraría solo unos días se ha extendido a más de nueve meses, superando el tiempo estándar de rotación de seis meses para los astronautas en la ISS. Aunque todavía está lejos del récord estadounidense de 371 días, establecido por el astronauta Frank Rubio, la situación ha generado preocupación y simpatía por el tiempo adicional que estos astronautas han tenido que pasar lejos de sus familias. Se han visto obligados a recibir suministros adicionales, como ropa y artículos de cuidado personal, debido a que no habían preparado adecuadamente para una estancia tan prolongada.
Implicaciones políticas y reacciones públicas
La permanencia de Wilmore y Williams ha provocado reacciones en la esfera política. El expresidente Donald Trump y su asesor cercano, Elon Musk, han insinuado que el actual presidente Joe Biden «abandonó» a los astronautas y se ha negado a implementar un plan para su regreso más temprano. Estas afirmaciones han causado revuelo en la comunidad espacial, donde algunos han defendido a los astronautas y otros han criticado las insinuaciones de Trump.
El comentario de Trump sobre la relación entre Wilmore y Williams, sugiriendo que podrían haber desarrollado un vínculo especial durante su largo tiempo juntos en el espacio, ha sido objeto de controversia. En respuesta a estas afirmaciones, algunos astronautas retirados han defendido a sus colegas, mientras que Wilmore ha optado por respaldar las observaciones de Musk, sugiriendo que podrían ser «factuales».
La llegada de la Crew-10 es esencial para la rotación de los astronautas en la ISS, ya que sólo después de que esta nave llegue, la Crew-9 podrá partir. Si todo sigue el plan, la Crew-9 debería regresar en un plazo de pocos días. La misión Crew-10 incluye a astronautas de la NASA, Japón y Rusia, lo que subraya la cooperación internacional en la exploración espacial, a pesar de las tensiones geopolíticas actuales.
La situación de los astronautas, combinada con la atención mediática y política, ha puesto de relieve los desafíos de la exploración espacial moderna y la importancia de contar con planes de contingencia efectivos, especialmente en situaciones imprevistas como esta.
