
Existen películas que gozan de una gran aceptación por parte del público y la crítica, pero también hay casos en los que las opiniones divergen notablemente. Esta disparidad se hace evidente al analizar las calificaciones de plataformas como Rotten Tomatoes, que compila reseñas de críticos, y CinemaScore, que recoge las valoraciones de los espectadores que han acudido a las salas en el día de estreno.
Ambas métricas tienen limitaciones. Rotten Tomatoes se basa en la evaluación de críticos de diferentes niveles de reconocimiento, lo que puede alterar la puntuación final. Además, películas menos conocidas pueden recibir valoraciones de un número reducido de críticos, afectando así su puntuación. Por su parte, CinemaScore únicamente califica los filmes que se estrenan en más de 1.500 pantallas, lo que puede excluir obras que, aunque no tengan un gran presupuesto, sí podrían resonar con el público.
CinemaScore se fundó en 1978 por Ed Mintz, quien, tras una experiencia negativa con una crítica, decidió que era fundamental escuchar a los verdaderos aficionados al cine. Aunque sus datos provienen de personas que han decidido gastar dinero en una película en su primer día, lo que sugiere una expectativa alta, también tienden a otorgar calificaciones bajas a filmes que rompen con las convenciones tradicionales.
En este contexto, es interesante observar algunos ejemplos de películas que han generado un desacuerdo notable entre críticos y el público. A continuación, se presentan varios casos recientes.
The Electric State (2025)
La película de ciencia ficción de Netflix, que tuvo un coste de producción de 320 millones de dólares, recibió críticas muy negativas, siendo calificada como “pulida pero desalmada” y un “desastre whimsical y sanitizado”. Aunque no obtuvo una calificación de CinemaScore debido a su lanzamiento exclusivo en la plataforma, su puntuación del 74% en el Popcornmeter de Rotten Tomatoes contrasta con su desalentador 15% en la puntuación general. A pesar de las críticas, la película ha sido vista por más de 25 millones de veces desde su estreno y ha alcanzado el primer puesto en 47 países.
Red One (2024)
Esta comedia de acción navideña, actualmente en cines, ha logrado un notable A- en CinemaScore, en contraste con su 31% en Rotten Tomatoes. La trama sigue a un dúo inesperado formado por Dwayne Johnson y Chris Evans, quienes deben rescatar a un Santa Claus secuestrado antes de Navidad. La película ha conseguido atraer a un público que la ha valorado positivamente, a pesar del desdén de la crítica.
Sound of Freedom (2023)
Este thriller basado en hechos reales sobre la lucha contra el tráfico de niños ha tenido un notable éxito en taquilla, recibiendo un A+ en CinemaScore, aunque su puntuación en Rotten Tomatoes se queda en un 57%. A pesar de la polarización en las críticas, el filme ha resonado fuertemente con el público, lo que refleja la conexión emocional que ha logrado establecer.
The Super Mario Bros. Movie (2023)
La adaptación animada de este icónico videojuego no convenció a los críticos, quienes le otorgaron un 59% en Rotten Tomatoes. Sin embargo, el público tuvo una respuesta muy diferente, dándole un A en CinemaScore. Este caso pone de manifiesto cómo la nostalgia y el reconocimiento de la marca pueden influir en la recepción de un filme.
Uncut Gems (2019)
La película protagonizada por Adam Sandler, que sigue a un joyero en apuros, ha sido aclamada por la crítica con un impresionante 91% en Rotten Tomatoes. Sin embargo, los espectadores reaccionaron de manera diferente, otorgándole un C+ en CinemaScore, lo que sugiere que el ritmo y la intensidad de la narrativa no resonaron positivamente con el público.
Al observar estos ejemplos, se pone de manifiesto la complejidad de medir el éxito de un filme, donde las opiniones de críticos y audiencias pueden divergir drásticamente. Aunque no hay un método infalible para determinar si una película es buena o mala, el análisis de estas métricas puede ofrecer una visión interesante sobre su impacto cultural y su recepción en la sociedad.