La consultora Accenture ha experimentado una notable caída en sus acciones, descendiendo un 7.3% tras anunciar que los esfuerzos por parte del gobierno estadounidense para optimizar el gasto federal han comenzado a afectar sus ingresos. Esta situación refleja cómo las políticas públicas de eficiencia, promovidas por la administración actual, tienen repercusiones directas en el sector privado, especialmente en empresas que dependen de contratos gubernamentales.
Julie Spellman Sweet, la consejera delegada de Accenture, mencionó en una llamada con analistas de Wall Street que el negocio de Servicios Federales de la compañía había perdido contratos tras las recientes revisiones de las políticas del gobierno. Según sus declaraciones, esta división representaba aproximadamente el 8% de los ingresos globales de la empresa y un 16% de los ingresos en América durante el año fiscal 2024.
Impacto de la eficiencia gubernamental en el sector privado
Accenture ha sido una de las primeras grandes corporaciones estadounidenses en verse afectadas por la iniciativa de la administración Trump, conocida como el Departamento de Eficiencia del Gobierno. Este esfuerzo, liderado por el magnate Elon Musk, busca reducir el tamaño de las agencias federales y consolidar sus espacios de oficina, un enfoque que, aunque cuestionado, se alinea con tendencias globales hacia la austeridad y la optimización de recursos.
Además, la empresa se ha visto influenciada por la guía emitida por la Administración de Servicios Generales de EE. UU., que ha instado a todas las agencias federales a revisar sus contratos con las diez firmas de consultoría mejor remuneradas y a finalizar aquellos que no se consideren críticos para la misión de cada agencia. A pesar de que Accenture sostiene que su trabajo para los clientes federales es esencial, la incertidumbre que rodea las prioridades gubernamentales está generando un clima de inquietud en su modelo de negocio.
La preocupación de los inversores sobre los riesgos asociados a la disminución del gasto gubernamental en EE. UU. ha superado los resultados trimestrales mejor de lo esperado que la empresa había presentado, incluyendo ganancias de 2.82 dólares por acción sobre ingresos de 16.66 mil millones de dólares. Estos resultados, aunque positivos, no han logrado mitigar la caída del 22.9% en las acciones de Accenture en el último mes, lo que ha llevado a un descenso acumulado cercano al 14.5% en lo que va del año.
Asimismo, la consultora Booz Allen Hamilton también sufrió una caída del 8.1% en sus acciones, en un movimiento que refleja la inquietud generalizada en el sector. Este contexto pone de manifiesto cómo las decisiones políticas pueden tener un impacto profundo en la economía, un fenómeno que no es exclusivo del ámbito estadounidense, sino que resuena a nivel global, en un entorno donde las prioridades y estrategias de los gobiernos pueden determinar el rumbo de las corporaciones.
