
La llegada del equinoccio de primavera: un fenómeno global
El equinoccio de primavera, conocido también como el equinoccio vernal, es un evento astronómico que marca el momento en que el día y la noche tienen casi la misma duración en todo el planeta. Este fenómeno ocurre cuando la Tierra, en su órbita alrededor del Sol, se posiciona de tal manera que el ecuador terrestre está alineado con el centro del Sol. En el año 2025, el equinoccio de primavera se producirá exactamente a las 9:01 UTC del 20 de marzo. En esta fecha, tanto en el hemisferio norte como en el sur, se experimenta una notable igualdad entre las horas de luz y oscuridad, lo que lo convierte en un momento de transición del invierno a la primavera en el norte y del verano al otoño en el sur.
En el hemisferio norte, este equinoccio es recibido con entusiasmo, ya que trae consigo el alargamiento de los días, la floración de las plantas y un renacer de la naturaleza. En contraste, en el hemisferio sur, países como Chile, Sudáfrica y Australia se preparan para la llegada del otoño, con temperaturas más frescas y la caída de las hojas. Sin embargo, aquellas regiones cercanas al ecuador, como Quito en Ecuador o Singapur, no experimentan cambios significativos en la duración del día y la noche, manteniendo un patrón constante de aproximadamente 12 horas de luz y oscuridad a lo largo del año.
El término «equinoccio» proviene del latín «equinoxium», que se traduce como «igualdad entre el día y la noche». Esta igualdad no es exacta debido a factores como el fenómeno de la refracción atmosférica, que hace que los rayos del sol se curven, permitiendo que la luz solar ilumine la tierra incluso antes de que el Sol asome por el horizonte. Así, en el equinoccio, se experimenta una ligera ventaja de horas de luz sobre las de oscuridad, variación que depende de la latitud. Este fenómeno ha sido motivo de celebración en diversas culturas a lo largo de la historia, destacando lugares como Chichén Itzá en México, donde la arquitectura de sus pirámides está orientada para mostrar un juego de sombras durante el equinoccio.