
Un eclipse solar parcial tendrá lugar el próximo sábado 29 de marzo de 2025, cuando la luna pase frente al sol. Este fenómeno permitirá a los fotógrafos capturar imágenes del sol con una porción «mordida», mientras que desde el espacio, una flota de satélites registrará la sombra proyectada sobre la Tierra. Durante un eclipse, la luna proyecta dos tipos de sombras: la penumbra, que es la sombra externa y difusa, y la umbra, que es la sombra central más oscura, responsable de los eclipses solares totales. Sin embargo, en esta ocasión, solo la penumbra tocará la superficie terrestre, lo que significa que no se experimentará un eclipse total, sino un eclipse parcial.
Visibilidad y efectos del eclipse desde el espacio
El eclipse parcial será visible desde Europa, el oeste de África, el este de Canadá y el noreste de Estados Unidos. Los satélites, por su parte, verán una sombra oscura cruzando el océano Atlántico, que se confundirá con la parte nocturna del planeta. Este eclipse es especialmente interesante ya que, en su punto máximo en la región de Nunavik en Quebec, se espera que los observadores vean hasta el 94% del sol bloqueado por la luna. A medida que la penumbra se extienda sobre Europa, la sombra será más tenue, lo que dificultará su captación por los satélites.
El movimiento de la sombra lunar siempre ocurre de oeste a este, a pesar de que el sol, la luna y las estrellas parecen salir por el este y ponerse por el oeste. Esto se debe a que la luna orbita en la misma dirección que la rotación de la Tierra, pero lo hace a una velocidad considerablemente mayor, viajando a más de 3,700 kilómetros por hora. Los satélites geostacionarios, como el GOES-16 y el Copernicus Sentinel-3, son los más indicados para capturar imágenes de este fenómeno, y se espera que los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional también puedan documentar el eclipse, tal como lo hicieron durante el eclipse total del 8 de abril de 2024.