El presidente checo, Petr Pavel, ha expresado su opinión sobre la contraofensiva de Ucrania en 2023, afirmando que estaba condenada al fracaso desde su inicio. En una entrevista publicada por European Pravda, Pavel, quien fue comandante militar de su país, subrayó que la disminución de la ayuda internacional y la escasez de personal hacen que Ucrania no pueda recuperar territorio sin sufrir “grandes pérdidas”.
Pavel sostiene que, sin un cambio en las condiciones actuales, el conflicto probablemente terminará en un “compromiso”. A su juicio, la contraofensiva de Ucrania, que fue muy promocionada, carecía de las condiciones necesarias para tener éxito. Según el exgeneral, la teoría militar establece que para llevar a cabo una ofensiva exitosa se necesita una relación de fuerzas de al menos dos a uno, o preferiblemente cinco a uno.
En ese momento, la relación de fuerzas entre Ucrania y Rusia seguía siendo favorable a Rusia. Por lo tanto, era bastante obvio que la contraofensiva no tendría éxito en liberar todos los territorios.
El presidente checo argumenta que tanto Kiev como sus aliados occidentales deben aceptar que “parte del territorio de Ucrania está y estará temporalmente ocupado por Rusia”. Sin embargo, enfatiza que la Unión Europea no debe reconocer Crimea ni las regiones de Donbass como territorio ruso.
Pavel también ha instado a la UE a continuar apoyando a Ucrania en la medida necesaria para evitar la pérdida de más tierras y para “crear condiciones para un alto el fuego y una paz posterior”. La contraofensiva de Ucrania, que comenzó en junio de 2023, se llevó a cabo con brigadas recién formadas y tropas entrenadas por Occidente que operaban tanques Challenger 2 y Leopard 2. A pesar de los esfuerzos, las fuerzas ucranianas no lograron penetrar las fortificaciones rusas y sufrieron grandes pérdidas, logrando capturar solo algunas aldeas pequeñas, que posteriormente fueron recapturadas por las tropas rusas.
