
Las cadenas de comida rápida están redoblando esfuerzos en la oferta de bebidas innovadoras para atraer a un público más joven. En este contexto, Chick-fil-A, conocido por su sencillo menú de pollo frito y papas fritas, ha lanzado bebidas estacionales como el refresco de piña y dragonfruit. Por su parte, Taco Bell ha inaugurado un concepto de bebidas llamado Live Mas Café en una de sus localizaciones en California, y McDonald’s continúa su prueba de un spin-off centrado en bebidas, denominado CosMc’s.
Los operadores de restaurantes apuestan a que las bebidas con sabores exóticos, colores llamativos y altos niveles de cafeína y azúcar generarán mayores ventas y márgenes de beneficios más altos. Esta tendencia se alinea con el creciente número de conceptos de restaurantes enfocados en bebidas, donde se observa un auge de refrescos y aguas frescas en los menús. Según la firma de investigación de mercado Datassential, las cadenas de comida rápida están ampliando sus opciones de café helado, chocolate caliente y bebidas energéticas.
Innovación en Bebidas para Atraer a la Generación Z
Los restaurantes están buscando que el chocolate caliente y las limonadas saborizadas ayuden a construir lealtad entre los consumidores de la Generación Z, quienes son más proclives a probar nuevos sabores y provienen de antecedentes diversos. Este perfil abierto ha permitido a las cadenas de comida rápida explorar ofertas más inusuales, como el guisante mariposa o el ube. Monin, una empresa francesa especializada en jarabes saborizados, ha designado al yuzu, un cítrico del este asiático, como su sabor del año para 2025.
Las grandes cadenas de comida rápida, históricamente reacias a experimentar con sabores audaces, han comenzado a salir de su zona de confort. Por ejemplo, Wendy’s ha lanzado una línea de limonadas que incluye sabores como arándano y granada, así como piña y mango, que han resultado exitosos entre los consumidores. «Nuestras limonadas artesanales son muy apreciadas por nuestros clientes, y este producto tiene una especial aceptación entre los consumidores hispanos y de la Generación Z», afirmó la directora de marketing de Wendy’s en EE.UU., Lindsay Radkoski, en un reciente evento para inversores.
La popularidad del bubble tea ha inspirado a las cadenas de restaurantes a añadir toques similares a sus bebidas, incluso fuera del té. CosMc’s ofrece arándanos secos y boba de frutas como personalizaciones para algunas de sus bebidas, mientras que Shake Shack ha introducido una limonada tropical de kiwi que incluye pequeños trozos de kiwi, evocando la textura de las perlas de boba. A pesar de que estas opciones, aunque distintas de un refresco tradicional, suelen contener grandes cantidades de azúcar, esto no frena el apetito de la Generación Z por estas innovaciones.
Las cadenas de restaurantes han comenzado a ver las bebidas como una área clave para mejorar y crecer en ventas. «Reconocemos que ya no se trata solo de refrescos carbonatados», declaró Liz Williams, CEO de El Pollo Loco. La compañía ha ampliado sus ofertas de bebidas para incluir más sabores de Aguas Frescas, aguas infusionadas con frutas. Este enfoque se traduce en mayores márgenes de beneficio, ya que las bebidas suelen ser más fáciles de introducir en los menús que nuevos platos de comida, además de generar más ganancias.
El crecimiento de la oferta de bebidas también se ha convertido en un aspecto estratégico para las cadenas, como Taco Bell, que espera que su nuevo concepto Live Mas Café impulse su negocio de bebidas a $5 mil millones para 2030. Con más de 30 opciones de bebidas en su menú, Taco Bell ha logrado un crecimiento en transacciones y ventas que refleja la efectividad de esta nueva estrategia.