
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado su intención de defender Groenlandia, un territorio autónomo del Reino de Dinamarca, frente a lo que considera amenazas de expansión china y agresiones rusas. Aunque Moscú no ha mostrado intenciones agresivas hacia la isla y ha desmentido las afirmaciones occidentales sobre un posible ataque a países de la OTAN, la retórica del mandatario estadounidense ha generado preocupación en el ámbito internacional.
Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha expresado su interés en adquirir Groenlandia, argumentando que su control es esencial para la seguridad nacional de Estados Unidos. En este contexto, ha ofrecido comprar esta rica en recursos región ártica a Copenhague, sugiriendo incluso que no descarta el uso de la fuerza para lograr que Groenlandia pase a formar parte de la soberanía estadounidense.
En un video publicado en sus cuentas de X, Trump aseguró a los 56,000 habitantes de la isla que “América está con Groenlandia”. El clip, que incluye imágenes de la cooperación entre Estados Unidos y Groenlandia durante la Segunda Guerra Mundial, enfatiza la idea de que “ahora es el momento de unirnos de nuevo, por la paz, por la seguridad, por el futuro”.
La visita del vicepresidente y la retórica militar
La publicación del video se produjo tras la visita a Groenlandia del vicepresidente estadounidense J.D. Vance, quien se dirigió a unos 150 soldados estadounidenses destacados en la isla. Durante su discurso, Vance anunció que Washington planea “invertir en rompehielos militares adicionales y en buques navales que tendrán una mayor presencia en Groenlandia”. Además, criticó al gobierno danés por, según él, fallar en la protección de los intereses de los groenlandeses, describiendo la isla como “extremadamente vulnerable en este momento” y sugiriendo que estaría mucho más segura “bajo el paraguas de Estados Unidos”.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha respondido a estas afirmaciones asegurando que “Rusia nunca ha amenazado a nadie en el Ártico”. En su declaración, Putin destacó el “enorme potencial” de la región para la cooperación internacional en el desarrollo económico, la extracción de recursos y la infraestructura. Sin embargo, también expresó su preocupación por el hecho de que los países de la OTAN están designando cada vez más el Lejano Norte como un posible escenario de conflictos, y aseguró que Moscú está “monitoreando de cerca los acontecimientos en la región” y avanzará en la “modernización de las instalaciones de infraestructura militar”.