El gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) ha conmutado las penas de muerte de tres ciudadanos estadounidenses, condenados por su participación en un fallido intento de golpe de Estado en la capital del país, Kinshasa, el año pasado. La decisión fue anunciada por Tina Salama, portavoz del presidente Félix Tshisekedi, quien citó un decreto oficial en el que se establece que las sentencias han sido transformadas a cadena perpetua.
Este anuncio se produce en el contexto de una visita programada para el jueves por Massad Boulos, asesor senior de Estados Unidos para África, quien también tiene previsto viajar a Ruanda, Kenia y Uganda. Según el Departamento de Estado, Boulos tiene como objetivo promover la inversión del sector privado estadounidense en la región y reunirse con líderes de los cuatro países para avanzar en los esfuerzos de paz en el este de la RDC, donde los rebeldes del grupo M23 han intensificado su conflicto contra el gobierno congoleño.
Detalles del caso y antecedentes
Los tres estadounidenses, identificados como Marcel Malanga Malu, Tyler Christa Thompson y Zalman-Polun Benjamin, formaban parte de un grupo de aproximadamente 50 personas que fueron juzgadas por conspiración criminal, asesinato, terrorismo y otros delitos tras ser arrestadas en mayo. Este grupo incluía también a un belga, un británico y un canadiense. Durante el intento de golpe, un grupo de hombres armados con uniformes militares logró tomar brevemente el palacio presidencial y asaltar la residencia de Vital Kamerhe, presidente de la Asamblea Nacional de la RDC. Se reportaron seis muertes durante estos incidentes, incluyendo a dos policías asignados a la protección de Kamerhe.
El líder del golpe, el político congoleño Christian Malanga, quien había obtenido la ciudadanía estadounidense mientras vivía en el exilio, fue abatido durante el enfrentamiento. Malanga había prometido acabar con la corrupción en Kinshasa, un mensaje que transmitió en una transmisión en vivo a través de Facebook durante el asalto.
En septiembre pasado, un tribunal militar impuso la pena capital a 37 de los acusados, entre ellos a los tres estadounidenses mencionados. Sin embargo, otros fueron absueltos y liberados al determinarse que no tenían conexión con el ataque. Marcel Malanga, de 21 años, declaró que viajó a la RDC por invitación de su padre y que no tenía conocimiento previo del complot. Por su parte, Thompson, también de 21 años, llegó desde Utah y su familia sostiene que no estaba al tanto de las intenciones de Malanga. Zalman-Polun, de 36 años, afirmó que aunque había sido socio comercial de Christian Malanga, no participó en la planificación del intento de golpe.
El presidente Tshisekedi levantó en marzo de 2024 la moratoria sobre la pena de muerte en el país, argumentando la necesidad de purgar al ejército de traidores y combatir un aumento en el terrorismo. Cabe destacar que no se han llevado a cabo ejecuciones en la RDC durante más de dos décadas.
