
Los lobos terribles: un regreso desde la extinción
El lobo terrible, uno de los depredadores más imponentes de América durante la última Edad de Hielo, poseía un cuerpo más robusto y un cráneo más fuerte que los lobos modernos. Este fascinante animal se extinguió junto con muchas otras especies al finalizar la era glacial. Sin embargo, en un giro sorprendente de la biología moderna, la empresa estadounidense Colossal Biosciences, con sede en Dallas, ha anunciado la creación de tres cachorros de lobo genéticamente modificados que poseen características del lobo terrible, utilizando ADN antiguo obtenido de restos fósiles de esta especie extinta.
Los cachorros, que presentan un llamativo pelaje blanco, han sido designados como lobos terribles, y la empresa se enorgullece de considerarlos los primeros animales «de-extintos» del mundo. No obstante, expertos externos muestran un enfoque más cauteloso, sugiriendo que estos ejemplares son lobos grises modificados genéticamente, ya que el proceso utilizado para crearlos implicó la edición de los genes de esa especie para incorporar rasgos del lobo terrible. El lobo gris es el pariente vivo más cercano a esta antigua especie.
Los tres cachorros, dos machos llamados Rómulo y Remo y una hembra llamada Khaleesi, tienen nombres que evocan leyendas y la cultura popular, específicamente la serie «Juego de Tronos». A los seis meses de edad, Rómulo y Remo pesan alrededor de 36 kg, mientras que Khaleesi, con solo dos meses, pesa aproximadamente 11 kg. La empresa ha indicado que los lobos terribles eran hasta un 25% más grandes que los lobos grises, con una cabeza ligeramente más ancha y una mandíbula más fuerte. La investigación realizada por Colossal Biosciences incluyó la extracción de ADN antiguo de fósiles de lobo terrible, lo que permitió la edición de 20 genes en células de lobo gris para crear embriones que fueron implantados en perras domésticas como madres sustitutas.
La científica principal de la empresa, Beth Shapiro, ha señalado que el éxito de la de-extinción se define como la restauración de los rasgos ecológicos funcionales que hicieron a los lobos terribles contribuyentes únicos en su ecosistema. Sin embargo, expertos como Corey Bradshaw, profesor de ecología global en la Universidad de Flinders en Australia, han expresado escepticismo respecto a la viabilidad de revivir especies extintas, argumentando que, aunque se trata de lobos genéticamente modificados, no se pueden considerar verdaderos lobos terribles. A pesar de las controversias, los cachorros están prosperando en un ecoparque seguro de más de 800 hectáreas, donde se espera que alcancen un peso de entre 45 y 68 kg en la adultez.
La historia del lobo terrible y su eventual extinción tiene un significado profundo, ya que esta especie jugó un papel importante como depredador durante la Edad de Hielo en América del Norte y del Sur. Los fósiles de lobos terribles se han encontrado en lugares tan diversos como Alaska y el sur de México. Con el avance de la ciencia genética, la posibilidad de revivir especies extintas podría abrir nuevas oportunidades para preservar el patrimonio cultural y el conocimiento ecológico tradicional de las comunidades indígenas que vieron a estos animales como parte de su historia.