
El asteroide 2024 YR4: un descubrimiento sorprendente
El asteroide 2024 YR4, que generó preocupación a principios de año por su posible trayectoria de colisión con la Tierra, ha revelado un origen inesperado. Según un nuevo estudio, este objeto espacial proviene de la región central del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, una zona que tradicionalmente no se asocia con asteroides que cruzan la órbita terrestre. Este descubrimiento ha desafiado las expectativas de los científicos, quienes consideraban que la mayoría de los asteroides que amenazan la Tierra provienen de otras áreas del sistema solar.
Tras su descubrimiento a finales del año pasado, los astrónomos estimaron que 2024 YR4 tenía un 1,3% de probabilidad de impactar la Tierra en diciembre de 2032. Este riesgo llevó al asteroide a ocupar posiciones destacadas en las listas de riesgo de impacto de la NASA y la Agencia Espacial Europea, lo que a su vez activó discusiones sobre defensa planetaria. Sin embargo, a medida que se realizaron más observaciones, los expertos comenzaron a prever que esta probabilidad disminuiría con el tiempo. Y así fue, ya que para finales de febrero, el riesgo se redujo a casi cero, y en abril se confirmaron fotografías del asteroide tomadas por el telescopio espacial James Webb, mostrando que pasaría de manera segura junto a nuestro planeta.
Nuevas observaciones realizadas desde el telescopio Gemini en Chile y el Observatorio Keck en Hawái han proporcionado evidencias contundentes sobre el viaje de 2024 YR4 desde su región de origen. Su rotación retrógrada, que ocurre en dirección opuesta a su órbita solar, es una pista clave sobre su procedencia. Además, se ha descubierto que este asteroide tiene un periodo de rotación sorprendentemente rápido de solo 20 minutos, lo que, combinado con el análisis de su curva de luz, ha permitido a los investigadores determinar su composición y características orbitales, así como su forma aplastada similar a un disco. Este hallazgo es inusual, ya que la mayoría de los asteroides tienen formas más irregulares. La investigación sugiere que 2024 YR4 pudo haber sido un fragmento de un asteroide más grande, lo que permitirá a los científicos evaluar mejor las propiedades físicas de los asteroides potencialmente peligrosos en el futuro.