234 views 9 mins 0 comments

El comercio de carne silvestre: un desafío que amenaza la salud global y la biodiversidad

In Sin categoría
abril 10, 2025

El comercio de carne silvestre se ha convertido en uno de los temas más apremiantes de nuestra época, ya que su consumo, que abarca millones de personas, pone en riesgo a miles de millones debido a enfermedades emergentes. Este sector proporciona alimento e ingresos a algunas de las comunidades más empobrecidas y remotas de África y Asia, pero su sobreexplotación genera inestabilidad en los ecosistemas y amenaza la supervivencia de especies en peligro de extinción.

En África, la caza de carne silvestre es impulsada principalmente por la escasez de proteínas, siendo conocida como «la carne del pobre». En algunas regiones de Asia oriental y sureste, esta carne se encuentra en restaurantes y se ofrece como un lujo exótico, lo que la convierte en «la carne del rico». Sin embargo, el consumo de carne silvestre conlleva grandes peligros, ya que puede provocar la pérdida de biodiversidad, alimentar mercados ilegales y propagar enfermedades. Los mercados de vida silvestre, donde se venden animales y carne silvestre, son espacios propicios para la aparición de enfermedades como el Ébola y el VIH, que pueden transmitirse de animales a humanos.

Un nuevo enfoque en el estudio del comercio de carne silvestre

Un estudio reciente ha abordado este fenómeno desde una perspectiva innovadora, centrando su análisis en el consumo y los consumidores, en lugar de limitarse a la caza o a los animales silvestres. A diferencia de investigaciones anteriores que se enfocaban en la prohibición del comercio, este estudio busca equilibrar la conservación, el desarrollo comunitario, el bienestar animal y la prevención de pandemias.

Los autores del informe, especialistas en ganadería y desarrollo sostenible, han dedicado más de un año a investigar y sintetizar la situación del comercio de carne silvestre, prestando especial atención a las zonas críticas de África y Asia. Argumentan que, dado que el comercio de carne silvestre estará presente en el futuro previsible, los responsables políticos deben gestionar de manera más eficaz esta actividad, regular la cría de animales silvestres y ofrecer alternativas al consumo de carne silvestre en comunidades de bajos ingresos.

El informe resalta la magnitud del comercio global de carne silvestre, con ingresos anuales que oscilan entre mil millones de dólares en África y hasta 74 mil millones de dólares en la cría de vida silvestre en China. Se estima que en al menos 60 países, la vida silvestre y los peces capturados en estado salvaje representan al menos el 20% de la proteína animal en las dietas de los hogares rurales. En contextos de pobreza elevada, donde la vida silvestre es abundante y la carne doméstica es escasa y cara, muchas familias recurren a la caza.

Sin embargo, la extracción de carne silvestre no se está realizando de manera sostenible. A diferencia de la carne de ganado, que proviene de unas 20 especies, el comercio de carne silvestre implica cientos de especies. En África, se cazan cerca de 500 especies, mientras que en el sudeste asiático, alrededor de 300. Las tasas actuales de extracción son insostenibles, salvo para algunas especies pequeñas y de rápido crecimiento, como los roedores. Los ungulados, por otro lado, son los más frecuentemente cazados, seguidos de grandes roedores y primates.

El comercio ilegal de carne silvestre ha comenzado a trasladarse al ámbito digital, siendo Asia un importante proveedor y consumidor. Este contrabando intensifica la presión sobre la caza, ya que la vida silvestre se captura no solo para satisfacer las necesidades locales, sino también para los mercados globales. Aunque las prohibiciones pueden disminuir la caza, a menudo también conducen a que el comercio se desplace a la clandestinidad.

El cambio climático ya está impulsando un aumento en la extracción de carne silvestre, dificultando el cultivo de plantas y el pastoreo de animales. En algunos ecosistemas críticos, como el Serengeti en Tanzania, se han observado rápidas disminuciones de la fauna silvestre vinculadas al cambio climático y a la transformación del uso del suelo.

Frente a este desafiante panorama, reemplazar la carne silvestre en los países más pobres resulta una tarea compleja. La producción de ganado comercial para sustituir las fuentes de proteína silvestre puede resultar prohibitivamente cara para las familias de bajos ingresos y sus gobiernos. Además, se estima que el aumento de la producción ganadera para reemplazar la carne silvestre podría incrementar la deforestación y requerir la creación de más de 124,000 km2 de tierras agrícolas adicionales.

Existen soluciones, aunque dependen del contexto. En áreas donde la caza de animales silvestres es común, como en los márgenes forestales de África y Asia, ofrecer fuentes de proteína alternativas podría reducir la demanda de carne silvestre. Ejemplos incluyen ratas caña, tilapia del Nilo y pez gato africano en África occidental y central, así como cobayas en la República Democrática del Congo. Animales de «mini ganado» de rápido crecimiento, como conejos y caracoles gigantes, también pueden proporcionar carne en un corto periodo de tiempo.

Sin embargo, los intentos de promover estos animales alternativos han tenido escaso éxito. Se sugiere que pagar a las comunidades para que no cacen o subsidiar la carne alternativa podría ser más eficaz y viable. Centenares de miles dependen de la caza de animales silvestres, y en lugar de criminalizar a los cazadores o intentar convertirlos en ganaderos en tierras inadecuadas, podría ser más sensato ofrecerles incentivos para que no cacen, proporcionando carne de ganado gratuita o subsidiada.

La promoción del desagrado hacia el consumo de carne silvestre también puede ser un canal prometedor para cambiar comportamientos. A lo largo de la historia, las sociedades han pasado de encontrar ciertas carnes «diferentes» atractivas a considerarlas repugnantes. El caso de la Inglaterra del siglo XVII, donde los despojos eran consumidos por los pobres antes de convertirse en un manjar de la nobleza, ilustra cómo la ciencia del comportamiento puede ser utilizada para fomentar cambios en estas percepciones.

Este estudio ofrece nuevas perspectivas sobre el comercio de carne silvestre, una práctica profundamente arraigada en la cultura humana que no desaparecerá en el corto plazo. Sin embargo, es posible establecer prácticas sostenibles que equilibren la salud humana y del ecosistema, así como la conservación de la fauna, asegurando un futuro en el que tanto las personas como la naturaleza puedan prosperar.

/ Published posts: 12800

Diario obrero y republicano fundado el 14 de Abril de 2006.