
El festival de música y arte Coachella, celebrado en el Empire Polo Club de Indio, California, ha comenzado su primera edición del año, pero no sin generar controversia. Algunos asistentes han reportado demoras extremas en el acceso a los campamentos, con esperas que han alcanzado hasta 12 horas. Esta situación ha llevado a muchos a expresar su frustración en plataformas sociales, incluso amenazando con no regresar en futuras ediciones.
Entre los artistas que encabezan el cartel se encuentran Lady Gaga, Green Day, Post Malone y Travis Scott, y el festival se repetirá el siguiente fin de semana. Sin embargo, la emoción de los asistentes se ha visto mermada por las largas filas y la falta de infraestructura adecuada para lidiar con la gran afluencia de público. Los relatos de quienes intentaron acceder al recinto revelan experiencias desalentadoras, como la de una asistente que, tras llegar a las 3 de la mañana, pasó 10 horas esperando en su coche sin acceso a agua o baños.
En un video de TikTok, la asistente Liss compartió su experiencia, describiéndola como “decepcionante” y “extremadamente deshumanizante”. Las altas temperaturas, que alcanzaron los 38°C, contribuyeron a la incomodidad general, con vehículos sobrecalentándose y personas haciendo uso de baños improvisados en la naturaleza, dado que el acceso a los servicios higiénicos era prácticamente inexistente.
Un usuario de TikTok, que se identifica como Lara, incluso comparó la situación de Coachella 2025 con el infame Fyre Festival de 2017, donde los asistentes quedaron varados en Bahamas sin alimentos ni agua. Este tipo de comparaciones ha surgido entre los asistentes, quienes consideran que la organización de este año ha sido la peor que han presenciado hasta ahora. En redes sociales, se han compartido numerosos testimonios que critican la falta de personal y la confusión en la logística del evento.
El descontento ha llevado a algunos a buscar alternativas para evitar los atascos. Por ejemplo, JSX, una compañía de vuelos charter, ha lanzado un servicio temporal de vuelos desde Burbank a Thermal, California, para facilitar el acceso al festival. Sin embargo, esta opción no es viable para todos, lo que deja a muchos asistentes lidiando con el tráfico extremo.
A medida que se aproxima el segundo fin de semana del festival, los asistentes son cautelosos y esperan que se resuelvan los problemas organizativos que han marcado la primera edición. La situación actual no solo plantea interrogantes sobre la viabilidad de futuros eventos, sino que también refleja la importancia de una planificación adecuada para gestionar grandes concentraciones de público.