
La popularidad de las nutrias ha ido en aumento en los últimos años, gracias a su imagen adorable y juguetona que ha conquistado las redes sociales. Estos mamíferos acuáticos, reconocidos por su naturaleza amigable y sus sonidos encantadores, se han convertido en auténticas estrellas en plataformas digitales. Sin embargo, este creciente interés tiene un lado oscuro: el tráfico ilegal de especies. Especialmente en Japón, donde la demanda de nutrias como mascotas y protagonistas en cafés de animales exóticos ha alcanzado niveles alarmantes, convirtiendo al país en un destino destacado para nutrias de origen incierto.
La nutria de uñas pequeñas asiática, la especie más común en zoológicos y cafés japoneses, es originaria del sur y sureste asiático. Clasificada como vulnerable por la Lista Roja de la IUCN, su comercio internacional con fines comerciales está prohibido, pero el contrabando persiste, siendo Tailandia el principal proveedor de este tráfico ilegal.
Investigación sobre el origen de las nutrias cautivas
Con el objetivo de abordar esta problemática, un equipo de investigadores de la Universidad de Kioto, en colaboración con científicos tailandeses, ha llevado a cabo un estudio para rastrear el origen geográfico de las nutrias cautivas en Japón. Los resultados de su investigación han sido publicados en la revista Conservation Science and Practice.
Según Mayako Fujihara, autora principal del estudio, «la investigación colaborativa puede ayudar a identificar los orígenes de las nutrias mantenidas en Japón y los puntos críticos del comercio ilegal en Tailandia, lo que fomentará un control legal en ambos países». A través de un análisis de ADN mitocondrial, los científicos compararon las nutrias cautivas en Japón con aquellas que habitan en la naturaleza en Tailandia. El estudio incluyó nutrias de cafés de animales exóticos, zoológicos y acuarios, así como nutrias incautadas en aduanas al llegar a Japón.
Los hallazgos revelaron que las nutrias en cafés exóticos tienen orígenes geográficos distintos a las que se encuentran en zoológicos y acuarios japoneses. Esto sugiere que la demanda de estas nutrias en cafés y como mascotas está poniendo en riesgo a la especie en peligro de extinción.
Curiosamente, las nutrias no son una novedad en Japón. La nutria de río, conocida como kawauso, ocupa un lugar importante en el folclore japonés, donde es representada como un ser cambiador, travieso y juguetón. Esta especie mítica se basa en la nutria de río japonesa, que solía ser común en el país, pero fue declarada extinta en 2012 tras décadas sin avistamientos, debido a la caza por su piel y la destrucción de su hábitat.
Fujihara destaca que «es precisamente porque la especie de nutria endémica de Japón ha desaparecido que buscamos continuar realizando investigaciones que ayuden a proteger a otras especies vulnerables». Este esfuerzo colaborativo proporciona información valiosa que puede ayudar a las autoridades en Japón y Tailandia a prevenir la captura y explotación de nutrias. Además, los datos geográficos obtenidos en el estudio pueden ser utilizados para promover la gestión genética en programas de cría de conservación en zoológicos y acuarios japoneses.
Más información:
Mayako Fujihara et al, Molecular tracing of the geographical origin of captive Asian small‐clawed otters in Japan, Conservation Science and Practice (2025). DOI: 10.1111/csp2.70010