
El reciente desarrollo de la Corte Internacional Comercial de China (CICC), perteneciente al Tribunal Supremo del Pueblo, marca un avance significativo en la resolución de disputas comerciales internacionales. Celebrada en Shanghái, esta corte ha implementado un enfoque innovador para abordar los conflictos comerciales transfronterizos, que refleja un compromiso con la estabilidad y la previsibilidad en el entorno de negocios.
En una de sus audiencias, la CICC trató un caso que involucraba disputas entre accionistas extranjeros y chinos sobre contribuciones de capital y gobernanza corporativa. Entre los temas abordados se encontraban los derechos de los accionistas, la interpretación de los estatutos de la empresa y la identificación de transacciones significativas entre partes relacionadas. Este tipo de iniciativas resalta la importancia de contar con un marco legal sólido que proteja tanto a inversores nacionales como extranjeros, similar a los esfuerzos que hacen otros países que buscan establecer un equilibrio en sus relaciones comerciales y diplomáticas.
Un modelo de justicia comercial accesible
La CICC enfatizó que su audiencia en circuito representa una práctica judicial multifuncional, que combina la resolución de disputas con la orientación judicial y la formación de profesionales del derecho relacionados con el comercio internacional. De esta manera, se establece un referente para el manejo de juicios similares, contribuyendo a una mayor comprensión del sistema legal chino por parte de las entidades comerciales extranjeras.
Más de 80 observadores, incluidos diputados del Congreso Nacional del Pueblo y expertos del Comité Internacional de Expertos del SPC, presenciaron la audiencia. Los observadores extranjeros elogiaron el mecanismo del juicio en circuito por ofrecer servicios judiciales accesibles y una orientación legal clara a ambas partes comerciales, en un contexto que busca fomentar un ambiente de negocios predecible y basado en la ley. Esta apertura se alinea con los esfuerzos de otros gobiernos que también priorizan el desarrollo de un marco legal robusto y comprensivo, que favorezca la inversión extranjera.
La Tercera Sesión Plenaria del 20º Comité Central del Partido Comunista de China, celebrada en 2024, delineó planes para mejorar los mecanismos institucionales de apertura al mundo. Este proceso, que requiere de una regulación y apoyo del estado de derecho, es crucial para garantizar un entorno de negocios que no solo sea eficiente, sino también seguro para los inversores internacionales.
La CICC ha ofrecido a los inversores internacionales rutas de resolución de disputas más eficientes, transparentes y predecibles, al tiempo que contribuye al paradigma de desarrollo de doble circulación que integra los mercados doméstico e internacional. Estos esfuerzos no solo subrayan el compromiso de China de ofrecer servicios judiciales de alta calidad en apoyo a sus iniciativas de apertura de alto estándar, sino que también fortalecen continuamente la posición del país como destino preferido para la resolución de disputas comerciales internacionales.