Descubrimiento de un tesoro antiguo en Transilvania
Recientemente, dos hombres que utilizaban detectores de metales realizaron un notable hallazgo en la localidad de Breaza, en Transilvania, que proporciona una nueva perspectiva sobre los primeros asentamientos en esta histórica región. Transilvania, que abarca gran parte de la actual Rumanía, es famosa por sus pueblos medievales, su arquitectura gótica y su folklore vampírico, asociado a la figura literaria de Drácula y a su inspiración histórica, Vlad el Empalador, un temido gobernante del siglo XV.
El tesoro descubierto en primavera data de períodos mucho anteriores a la época de Vlad. Según un anuncio realizado por las autoridades locales, los detectores hallaron joyas que pertenecieron a los dacios, un pueblo que habitó Transilvania y sus alrededores desde el siglo I a.C. hasta el siglo I d.C., antes de ser conquistados por el Imperio Romano. Entre los artefactos encontrados se incluyen broches de plata, una pulsera decorada con motivos vegetales, un collar de cadena y un cinturón elaborado con pendientes metálicos circulares, cada uno de ellos marcado con símbolos solares. En total, el tesoro pesa aproximadamente 550 gramos, lo que equivale a más de una libra.
El Museo del Condado de Mureș, cercano a Breaza, ha confirmado la procedencia de las joyas dentro de la antigua sociedad dacia. El arqueólogo Daniel Ciota, del museo, se encargará de estudiar el tesoro mientras se prepara para su exhibición. Las autoridades locales han indicado que las piezas de plata probablemente fueron utilizadas por un aristócrata dacio, debido a su elaborada confección, lo que sugiere que su propietario podría haber sido un miembro de alto rango en su sociedad. Respecto a la razón por la cual estas joyas fueron enterradas, se ha especulado que pudieron ser ofrendas a alguna deidad desconocida o que, por el contrario, podrían haber sido escondidas por motivos personales. Este descubrimiento es especialmente significativo, ya que no existían registros previos de asentamientos dacios en esta parte de Transilvania, convirtiéndose en la primera evidencia física de su presencia en la zona. Con el tiempo, se prevé que arqueólogos e investigadores exploren más a fondo el área en busca de restos de un asentamiento donde pudo haber vivido el propietario de estas joyas, lo que subraya la importancia cultural y histórica de la región en el contexto de la Dacia.
