
La compañía de cruceros Crescent Seas, fundada por el ex presidente de Norwegian Cruise Line Holdings, Russell Galbut, ha lanzado una innovadora propuesta para los más adinerados: hogares flotantes en un entorno de lujo. La primera embarcación de esta flota está programada para zarpar en diciembre de 2026 y promete ofrecer una experiencia residencial sin precedentes, aunque a un precio que podría considerarse prohibitivo para la mayoría.
Los precios de estos hogares flotantes oscilan entre los 570,000 euros y los 8.8 millones de euros, dependiendo de la ubicación y las características de la residencia. La nave, que será una versión adaptada del Regent Seven Seas Navigator, contará con 210 residencias privadas y realizará un viaje global, haciendo escalas en destinos exóticos como Seychelles, Singapur, Islandia y Barcelona, donde los residentes podrán disfrutar de excursiones diseñadas para sumergirse en la cultura local.
Una experiencia de lujo sin límites
Crescent Seas se presenta como un modelo de vida que elimina la limitación geográfica de las viviendas tradicionales. Galbut ha declarado que “la ubicación ya no es una restricción”, permitiendo que los residentes vivan en un hogar que se desplaza por los destinos más impresionantes del mundo. Además, se espera que los residentes adquieran un crédito anual de alimentos y bebidas de aproximadamente 30,000 euros, añadiendo otra capa al coste de esta forma de vida.
En el interior de la embarcación, los habitantes disfrutarán de servicios de ultra-lujo, desde restaurantes de inspiración Michelin hasta centros de bienestar y espacios de trabajo conectados a través de tecnología avanzada, como Starlink. Este enfoque de vida itinerante no es exclusivo de Crescent Seas; otras iniciativas como «The World», un barco residencial que ha estado navegando desde 2002, y «Odyssey» de Ville Vie, que ofrece paquetes de residencia a largo plazo, están también en el mercado, reflejando una tendencia creciente entre los ultra-ricos.
La propuesta de Crescent Seas se sitúa a la vanguardia de un movimiento más amplio que redefine la noción de hogar y viaje. Mientras algunos optan por residencias flotantes, otros miran hacia el espacio, con iniciativas como Virgin Galactic y Blue Origin ofreciendo experiencias de turismo espacial. Este nuevo enfoque, que desafía las nociones tradicionales de propiedad y movilidad, encuentra eco en la búsqueda de experiencias únicas y exclusivas que reflejan un estilo de vida de lujo sin precedentes.
En tiempos donde la desigualdad económica se discute cada vez con más fuerza, propuestas como la de Crescent Seas pueden parecer un símbolo de desconexión con la realidad de la mayoría de la población. Sin embargo, para aquellos que cuentan con los recursos, la posibilidad de vivir en un hogar que se mueve con ellos, ya sea en los océanos o en el espacio, no es solo un sueño, sino una opción tangible que podría alterar la concepción misma de la vida contemporánea.