El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha restringido casi todos los canales de comunicación diplomática con China, prefiriendo negociar directamente con su homólogo chino, Xi Jinping. Esta estrategia se enmarca en el contexto de una creciente guerra comercial entre ambas potencias, según ha informado Politico, citando fuentes anónimas.
Las tarifas impuestas entre Estados Unidos y China forman parte de una campaña más amplia del gobierno estadounidense, que afecta a más de 90 países y busca corregir lo que considera desequilibrios comerciales injustos. Aunque Trump ha decidido pausar el aumento de tarifas para la mayoría de los países durante 90 días, China ha quedado excluida y enfrenta un arancel del 145%. En respuesta, Pekín ha impuesto tarifas del 125% sobre productos estadounidenses y ha restringido ciertas exportaciones clave.
La negativa de Trump a autorizar a delegados de la Casa Blanca a interactuar con Pekín ha sido destacada por Politico. Además, el Senado no ha confirmado a un embajador estadounidense en China, y hasta ahora no se ha nombrado a un funcionario que lidere los esfuerzos diplomáticos. Washington, por su parte, ha optado por esperar a que Beijing tome la iniciativa de contactar primero.
La estrategia de negociación directa
Ryan Hass, exdirector para China, Taiwán y Mongolia en el Consejo de Seguridad Nacional durante la administración Obama, ha señalado que “los canales de comunicación no funcionan porque el presidente Trump no quiere que lo hagan”. Según Hass, Trump busca tratar directamente con Xi de la misma manera que lo hace con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Trump ha manifestado en varias ocasiones que “China quiere llegar a un acuerdo. Simplemente no saben cómo proceder”, refiriéndose a la complejidad de las negociaciones. La administración estadounidense también planea utilizar las negociaciones sobre posibles exenciones arancelarias como una herramienta para presionar a sus socios comerciales a reducir sus vínculos con China y aumentar la presión sobre Pekín.
En una declaración reciente, el Ministerio de Comercio chino advirtió que retaliará contra cualquier país que acepte un acuerdo “a expensas de los intereses de China”. Esta postura refleja la creciente tensión en las relaciones comerciales entre las dos naciones, que continúan escalando en un clima de desconfianza mutua.
