
El líder del partido Alianza Democrática (DA) de Sudáfrica, John Steenhuisen, ha afirmado que no se está llevando a cabo un genocidio ni una expropiación masiva de tierras en el país. Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente tensión internacional, especialmente tras las recientes afirmaciones del expresidente estadounidense Donald Trump, quien había señalado que «cosas terribles» estaban ocurriendo en Sudáfrica.
Steenhuisen, quien también ocupa el cargo de Ministro de Agricultura, expresó su satisfacción por la próxima reunión entre el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa y Trump, considerando que será una oportunidad para aclarar la situación real del país. «No hay expropiación masiva de tierras. No hay genocidio en absoluto. Estoy muy contento de que los dos presidentes hayan hablado», declaró en una entrevista con IOL durante la visita oficial del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, a Pretoria.
Contexto de las afirmaciones de Trump
Las declaraciones de Trump se produjeron tras la difusión de información errónea por parte de grupos como AfriForum y el movimiento Solidaridad, que habían informado a la administración estadounidense que los ciudadanos blancos en Sudáfrica estaban siendo objeto de persecución por parte del gobierno. El gobierno sudafricano ha descalificado estas afirmaciones, considerándolas como falsas y engañosas.
En el marco de esta controversia, el presidente Ramaphosa anunció que se llevarían a cabo conversaciones con Trump para abordar cuestiones críticas en las relaciones entre Estados Unidos y Sudáfrica. «Ambos acordamos reunirnos pronto para tratar diversos asuntos relacionados con las relaciones entre nuestros dos países», afirmó Ramaphosa.
Trump, por su parte, ha tomado medidas drásticas, como la suspensión de la ayuda a Sudáfrica y la imposición de aranceles del 30% a productos sudafricanos. Además, ofreció estatus de refugiado a los afrikaners que temen la expropiación de tierras y la discriminación, aunque AfriForum rechazó la oferta, argumentando que no pueden permitirse abandonar su país.
Steenhuisen instó a los ciudadanos a actuar con cautela y a utilizar el próximo periodo de 90 días «de manera muy sabia y muy inteligente» para evitar el aumento de los aranceles. Esta situación refleja la complejidad de las relaciones internacionales y la necesidad de un diálogo constructivo para abordar las preocupaciones legítimas de todos los sectores de la sociedad sudafricana.