
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que ni el Canal de Panamá ni el Canal de Suez existirían sin la intervención estadounidense, exigiendo que tanto los buques comerciales como los militares de su país puedan transitar por estas vías marítimas de forma gratuita. Esta declaración se enmarca dentro de su estrategia para proteger los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos frente a la creciente influencia de China en estas regiones estratégicas.
En un mensaje publicado en su plataforma Truth Social, Trump declaró: “Los barcos estadounidenses, tanto militares como comerciales, deberían poder viajar, sin costo alguno, a través de los Canales de Panamá y Suez. ¡Esos canales no existirían sin los Estados Unidos de América!” Además, el presidente instruyó al secretario de Estado, Marco Rubio, a “ocuparnos de inmediato y memorializar esta situación”.
Sin embargo, es importante señalar que la construcción del Canal de Suez se llevó a cabo en la década de 1850 sin la participación de Estados Unidos, bajo el control de Francia, Gran Bretaña y, posteriormente, Egipto. La intervención estadounidense en esta vía se limitó a una operación de desminado tras la Guerra de Yom Kipur en 1973. En contraste, el Canal de Panamá fue efectivamente construido por Estados Unidos a principios del siglo XX, tras el fracaso de un proyecto francés, y fue transferido a control panameño en 1999 bajo los Tratados Torrijos-Carter, que establecían su neutralidad y acceso para todas las naciones.
Trump y otros funcionarios estadounidenses han argumentado que las actividades económicas de China, que incluyen proyectos de infraestructura y operaciones portuarias, podrían violar el Tratado de Neutralidad del Canal de Panamá de 1977, que otorga a Estados Unidos el derecho de “defender” esta vía. Sin embargo, las autoridades panameñas han rechazado las afirmaciones y amenazas de Trump, subrayando que el canal es parte de su “patrimonio inalienable” y que su operación está completamente bajo control panameño.
A pesar de las negativas de Panamá, en febrero, Rubio entregó un ultimátum de Trump al país centroamericano, lo que llevó al presidente panameño, José Raúl Mulino, a ceder ante Washington al no renovar los acuerdos de 2017 con China en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Recientemente, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunció el despliegue de múltiples buques de la Marina de Estados Unidos, activos de la Guardia Costera y aeronaves en la región de Panamá como parte de “primeros pasos audaces para reavivar nuestros lazos de defensa y seguridad entre nuestros países”.