El primer ministro indio, Narendra Modi, ha otorgado a las fuerzas armadas de su país «plena libertad operativa» para decidir el modo, los objetivos y el momento de la respuesta armada a un reciente ataque terrorista en Jammu y Cachemira, que dejó un saldo de 26 muertos. Esta decisión fue comunicada durante una reunión de alto nivel en la que participaron el ministro de Defensa, Rajnath Singh, el asesor de seguridad nacional, Ajit Doval, y el jefe del Estado Mayor de Defensa, el general Anil Chauhan.
Según informes de medios indios, Modi reafirmó la determinación de Nueva Delhi de «asestar un golpe contundente al terrorismo» y expresó su «completa fe y confianza» en el ejército indio. En una emotiva intervención en un mitin en Bihar, el primer ministro prometió «identificar, rastrear y castigar» a los terroristas y a sus cómplices, afirmando que «los perseguiremos hasta los confines de la Tierra». En un discurso posterior, reiteró que los «conspiradores y perpetradores de este ataque enfrentarán la respuesta más dura».
Contexto del ataque y respuestas de India
El ataque del 22 de abril, que tuvo lugar en un popular lugar de picnic en Pahalgam, al sur de Cachemira, fue perpetrado por terroristas en plena luz del día, resultando en la muerte de 26 personas, en su mayoría turistas de diversas partes de India. El grupo conocido como The Resistance Front, vinculado a la organización terrorista pakistaní Lashkar-e-Taiba, ha reivindicado la autoría del ataque, lo que ha llevado a Nueva Delhi a acusar a Islamabad de apoyar el terrorismo transfronterizo. Por su parte, Pakistán ha negado cualquier implicación en el ataque y ha solicitado una investigación neutral y transparente.
Este ataque se considera el más grave desde el atentado de Pulwama en febrero de 2019, cuando un atacante suicida emboscó un convoy de la Fuerza Central de Reserva de Policía (CRPF), causando la muerte de 40 agentes. En respuesta a aquel ataque, India llevó a cabo ataques aéreos de precisión contra campamentos terroristas en Balakot, Pakistán, vinculados al grupo Jaish-e-Mohammed.
Como reacción al ataque más reciente, India ha suspendido el Tratado de Aguas del Indo, expulsado a diplomáticos pakistaníes, cerrado su frontera terrestre y suspendido la emisión de visados a ciudadanos pakistaníes, ordenando efectivamente su salida del territorio indio en un plazo breve. Además, se han lanzado operaciones de contrainsurgencia en varias localidades de Jammu y Cachemira, con un enfoque particular en el sur de la región, donde se están llevando a cabo cuatro operaciones conjuntas entre el ejército indio y la policía local.
La seguridad ha sido reforzada en áreas como Pulwama, donde se están realizando registros en zonas forestales y rurales. Como parte de las medidas de seguridad, se han cerrado 48 de los 87 parques y jardines públicos en áreas vulnerables, con el objetivo de mantener la seguridad y prevenir posibles amenazas.
