
Un innovador antiveneno inspirado en la experiencia de un experto en serpientes
El inmunólogo Jacob Glanville se interesó por el caso de Tim Friede, un autodidacta experto en serpientes que, durante casi dos décadas, se expuso a la toxicidad de algunas de las serpientes más venenosas del mundo, como cobras, mambas y cascabeles. En 2017, tras leer artículos sobre las prácticas extremas de Friede, Glanville vio en su historia una oportunidad única para avanzar en el desarrollo de un antiveneno eficaz. Friede había inoculado su sangre con veneno de serpiente y se había dejado morder repetidamente, lo que le permitió generar anticuerpos específicos contra varios neurotoxinas presentes en estos venenos.
Con el tiempo, Glanville y su equipo, junto con el profesor Peter Kwong de la Universidad de Columbia, lograron aislar anticuerpos de la sangre de Friede y desarrollar un antiveneno que muestra eficacia en la protección contra mordeduras de 19 especies de serpientes venenosas, al menos en modelos de ratones. Este nuevo enfoque combina anticuerpos derivados de la sangre de Friede con un fármaco que bloquea el veneno, lo que representa un avance significativo en la lucha contra los envenenamientos por serpientes, un problema de salud pública que cada año causa la muerte de aproximadamente 200 personas y deja a otras 400,000 con discapacidades en el mundo.
La investigación, publicada en la revista científica Cell, destaca el potencial revolucionario de este antiveneno, que ofrece una protección del 100% contra el veneno de 13 especies de serpientes y una protección parcial contra seis más. A medida que el equipo continúa explorando la posibilidad de desarrollar un producto que abarque tanto a las serpientes de la familia de los elápidos como a las de los víperidos, se abre la puerta a un tratamiento más eficaz y seguro frente a las mordeduras de serpiente, superando así los métodos tradicionales que, aunque han sido efectivos, presentan riesgos significativos de reacciones adversas en los pacientes.