
El Espectáculo Celestial de las Lluvias de Meteoros Eta Acuáridas
Las lluvias de meteoros Eta Acuáridas alcanzarán su pico en la mañana del martes 6 de mayo, ofreciendo un espectáculo cósmico donde las «estrellas fugaces» —y posiblemente deslumbrantes bolas de fuego— podrán iluminar el cielo mientras la Tierra atraviesa la estela de escombros dejada por el cometa Halley. Este año, el evento tendrá lugar principalmente en las noches del 5 y 6 de mayo, permitiendo a los observadores, en condiciones adecuadas, presenciar hasta 50 meteoros por hora, según la NASA. Los meteoros parecerán surgir de una zona específica del cielo, conocida como radiante, ubicada en la constelación de Acuario, que será especialmente visible para los observadores en el hemisferio sur durante esta época del año.
Aunque el pico de actividad se concentra en estas fechas, las Eta Acuáridas han estado activas desde el 20 de abril, lo que significa que los entusiastas de la astronomía pueden ya comenzar a observar el fenómeno antes de su máxima visibilidad. Para los que se encuentran en el hemisferio norte, el mejor momento para disfrutar del espectáculo será durante las horas previas al amanecer, cuando el radiante de Acuario se eleve en el horizonte oriental. Por ejemplo, en Nueva York, se podrían esperar alrededor de 10 meteoros por hora, aunque la constelación puede ser un poco difícil de localizar debido a su posición baja en el horizonte.
A medida que nuestro planeta cruza la vasta órbita de Halley a principios de mayo, innumerables fragmentos de material cometario impactan la atmósfera terrestre a velocidades de hasta 65 kilómetros por segundo. Estos pequeños cuerpos, al entrar en contacto con la atmósfera, se desintegran en impresionantes destellos de luz visibles a simple vista, siempre que las condiciones sean favorables. Las Eta Acuáridas son reconocidas por dejar tras de sí estelas brillantes y, para observar los trayectos más largos, se recomienda encontrar un área del cielo a 40 grados del radiante, en dirección a la parte superior del cielo, y permitir que los ojos se adapten a la oscuridad durante al menos 30 minutos.