
El uso de dispositivos móviles entre adolescentes: un debate pendiente en la ciencia
El impacto del uso de dispositivos móviles en los adolescentes es un tema que continúa generando un intenso debate entre académicos y expertos en salud. A pesar de los numerosos estudios realizados, no existe un consenso definitivo sobre si los efectos de estas tecnologías son predominantemente beneficiosos o perjudiciales. En este contexto, dos investigadores han propuesto una comparación controvertida: considerar el uso de pantallas como una sustancia adictiva, similar al alcohol, con el objetivo de establecer parámetros claros que ayuden a identificar patrones de uso problemático en los jóvenes.
Dimitri A. Christakis, profesor en la Universidad de Washington, argumenta que aunque el uso de pantallas es esencial y puede enriquecer nuestras vidas, es fundamental abordarlo con moderación. Propone una medición del tiempo de uso de dispositivos, siguiendo criterios adaptados del consumo de alcohol, que clasifiquen el uso de pantallas en diversas categorías, desde un consumo moderado hasta un uso excesivo. Según los autores de esta propuesta, tal enfoque podría ayudar a los padres y educadores a identificar cuándo el uso de dispositivos se convierte en un problema.
Sin embargo, esta analogía ha sido recibida con escepticismo por otros investigadores. Expertos como Maialen Garmendia y David Smahel han señalado que la comparación entre el consumo de alcohol y el tiempo de uso de pantallas es simplista y no captura la complejidad del fenómeno. Argumentan que, a diferencia del alcohol, el tiempo que un adolescente pasa en línea puede tener matices significativos dependiendo de cómo se utilice. La preocupación principal radica en que centrarse únicamente en el tiempo de uso podría llevar a malinterpretaciones sobre la naturaleza del problema, ya que el contexto y el contenido consumido son igualmente relevantes para evaluar el impacto sobre la salud y el bienestar de los jóvenes.