
El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, ha señalado recientemente que el Reino Unido se dirige hacia una mayor incertidumbre económica, a pesar de haber sido el primer país en establecer un acuerdo comercial con Estados Unidos bajo el polémico régimen de aranceles del expresidente Donald Trump. En una entrevista con CNBC, Bailey expresó que la situación de tarifas y comercio ha añadido una complejidad significativa a la economía británica.
“La situación de tarifas y comercio ha inyectado más incertidumbre en la situación… Hay más incertidumbre ahora que en el pasado”, afirmó el gobernador. Aunque el acuerdo comercial entre el Reino Unido y Estados Unidos es visto como un avance positivo, Bailey enfatizó que el Reino Unido es una economía muy abierta, lo que significa que las repercusiones de los aranceles provienen no solo de la relación comercial con Washington, sino también de las interacciones de EE. UU. con el resto del mundo.
En su opinión, este acuerdo podría ser el primero de muchos más, pero es necesario observar cómo se desarrolla la situación y cuál será su impacto real. “Esperamos que lo que estamos viendo en el lado comercial entre el Reino Unido y Estados Unidos sea el primero de muchos, y que se repita en una serie de acuerdos comerciales, pero tenemos que ver cómo avanza esto y dónde termina”, agregó Bailey.
Perspectivas de la Política Monetaria
En el informe de política monetaria del Banco de Inglaterra, publicado el pasado jueves, la palabra “incertidumbre” se utilizó 41 veces a lo largo de sus 97 páginas, un aumento notable en comparación con las 36 menciones en febrero. El banco central británico decidió recortar las tasas de interés en un cuarto de punto porcentual, llevándolas al 4.25%. Esta decisión fue muy debatida entre los miembros del Comité de Política Monetaria, con cinco votos a favor del recorte, dos en contra y dos que propusieron una reducción más drástica de 50 puntos básicos.
Bailey también comentó que, aunque algunos analistas habían interpretado la decisión sobre las tasas como más agresiva de lo esperado, él no se sorprendió por el voto tan dividido. “Lo que refleja es que hay dos lados, hay riesgos en ambos lados aquí”, sostuvo. Explicó que podría haber una debilidad de la demanda más severa de lo que se anticipaba, lo que podría llevar a una perspectiva de inflación más débil de lo esperado.
Además, advirtió sobre el riesgo de que se produzca una combinación de efectos inflacionarios más persistentes, que están gradualmente penetrando en el sistema, como en los salarios y la energía, mientras que la capacidad de suministro en la economía es más débil.
Este contexto económico en el Reino Unido refleja una realidad que, aunque compleja, también es un reflejo de las dinámicas globales en un mundo donde las decisiones políticas y económicas están cada vez más interconectadas. La capacidad de adaptación de una economía abierta como la británica se encuentra en un momento crítico, donde las influencias externas y las decisiones internas jugarán un papel fundamental en su futuro inmediato.