
Un «hueso» galáctico en el centro de la Vía Láctea
La Vía Láctea, nuestra galaxia, ha sido objeto de estudios exhaustivos por parte de la NASA, en particular a través del Observatorio de Rayos X Chandra. Recientemente, este observatorio ha capturado imágenes que revelan una estructura peculiar en el centro galáctico, que se asemeja a un hueso fracturado. Esta imagen se generó a partir de datos de radio obtenidos del array de radio MeerKAT en Sudáfrica y del Very Large Array en Nuevo México. La estructura, que se extiende aproximadamente 230 años luz, presenta una fractura que sugiere un impacto significativo.
Al superponer los datos de rayos X de Chandra, que aparecen en un intenso color azul, con los datos de radio, se ha determinado que la fractura en esta estructura galáctica está probablemente relacionada con el impacto de un pulsar. Los pulsares son estrellas de neutrones que giran rápidamente y emiten pulsos de radiación a intervalos regulares. La estructura en cuestión, conocida como G359.13142-0.20005, también apodada «La Serpiente», es una de las más brillantes y largas filamentos encontradas en el centro de la Vía Láctea, situada a unos 26,000 años luz de la Tierra.
Los científicos estiman que el pulsar que impactó con G359.13 lo hizo a una velocidad extraordinaria, entre 1.6 y 3.2 millones de kilómetros por hora. Dado que las estrellas de neutrones son extremadamente densas, el efecto de una colisión a tal velocidad podría distorsionar fácilmente el campo magnético del filamento, provocando la fractura observada. Aunque este fenómeno es fascinante, no se espera que la Vía Láctea pueda contener un filamento galáctico de 230 años luz en un molde, por lo que se espera que esta fractura se «cure» a lo largo de los milenios. Esta investigación ha sido publicada en la edición de mayo de 2024 de las *Monthly Notices of the Royal Astronomical Society*.