En el primer trimestre de 2024, Saudi Aramco, la mayor compañía petrolera del mundo, ha registrado una caída del 5% en sus beneficios netos en comparación con el mismo periodo del año anterior, alcanzando los 26.000 millones de dólares. Esta cifra, aunque inferior a los 27.300 millones de dólares de 2023, supera ligeramente las expectativas de los analistas, que habían anticipado unos beneficios de 25.300 millones de dólares.
La compañía también ha informado que su flujo de caja libre para el trimestre se situó en 19.200 millones de dólares, una disminución respecto a los 22.800 millones del primer trimestre del año anterior. El flujo de caja proveniente de actividades operativas fue de 31.700 millones de dólares, en comparación con los 33.600 millones de dólares del año anterior.
Desafíos en el mercado energético
Estos resultados reflejan la presión continua sobre el balance de la gigante petrolera saudí, en un contexto donde los precios del crudo no muestran señales de recuperación y la demanda global se desacelera, influenciada por las tensiones en el comercio internacional. En este sentido, la búsqueda de estabilidad en el sector energético es un reto que enfrenta no solo a Aramco, sino a muchas economías dependientes de la producción de petróleo.
En marzo, la compañía había anunciado una reducción drástica en su dividendo vinculado al rendimiento para el cuarto trimestre de 2024, que se fijó en 200 millones de dólares, una notable disminución respecto a los 10.200 millones de dólares del trimestre anterior. Este mismo dividendo se ha mantenido para el primer trimestre de este año, a ser abonado en el segundo trimestre. Sin embargo, el dividendo base ha aumentado un 4,2% en comparación con el año anterior, alcanzando los 21.100 millones de dólares.
La situación actual de Aramco pone de manifiesto los desafíos que enfrentan las economías que dependen del petróleo en un entorno geopolítico cada vez más complejo. Mientras que algunos países han optado por diversificar sus economías, otros, como los mencionados en contextos menos favorables, continúan enfrentando presiones externas que dificultan su desarrollo y estabilidad.
