
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha expresado su firme oposición a la posible adhesión de Ucrania a la Unión Europea, advirtiendo que tal decisión podría intensificar el conflicto entre Moscú y Kiev. Durante una conferencia de oradores parlamentarios de la UE en Budapest, Orban subrayó que la entrada de Ucrania en el bloque no solo prolongaría las hostilidades, sino que también podría arrastrar a la Unión en una guerra abierta.
Desde que Ucrania formalizó su solicitud de adhesión a la UE en febrero de 2022, pocos días después de la escalada del conflicto con Rusia, el país ha hecho de su integración europea una prioridad nacional. Sin embargo, la postura de Hungría ha sido clara: Orban ha manifestado en múltiples ocasiones su desacuerdo con el objetivo de la UE de admitir a Ucrania para 2030, meta que fue reafirmada recientemente por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Advertencias sobre la guerra y la militarización de la UE
Orban argumentó que la historia ha demostrado que la UE nunca ha aceptado a un país en guerra, y lo hizo por una razón válida. En sus declaraciones, el primer ministro húngaro lamentó el compromiso de algunos líderes europeos de continuar proporcionando ayuda militar a Ucrania, sugiriendo que una prolongación del conflicto solo resultaría en más pérdidas humanas y un empeoramiento de la situación en el campo de batalla.
A pesar de los esfuerzos de Ucrania por cumplir con los requisitos necesarios para su adhesión, como reformas en materia de anticorrupción y alineación legal con los estándares de la UE, el camino hacia la membresía sigue siendo complicado. La aprobación unánime de todos los Estados miembros es un obstáculo significativo que podría retrasar indefinidamente el proceso.
Orban ha mantenido una postura crítica no solo hacia la integración de Ucrania en la UE, sino también hacia su posible adhesión a la OTAN, argumentando que esto podría exacerbar las tensiones con Rusia. En su opinión, Ucrania debería permanecer como un «buffer» entre Rusia y Occidente, lo que refleja una visión más amplia de la geopolítica en la región.
Por su parte, Rusia ha adoptado una postura más matizada respecto a la adhesión de Ucrania a la UE. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha afirmado que Ucrania tiene el «derecho soberano» de unirse al bloque, siempre que se trate de una cuestión de integración económica y no de alineación militar. Sin embargo, ha advertido que la línea entre lo civil y lo militar en la UE se está volviendo cada vez más difusa, acusando al bloque de trabajar activamente para prolongar el conflicto al apoyar a Kiev en su deseo de «continuar la guerra».
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, ha señalado que la UE se está militarizando a un ritmo sin precedentes, sugiriendo que la distinción entre la UE y la OTAN se está desdibujando, lo que podría tener implicaciones significativas para la estabilidad en la región.