
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha ordenado la restauración de todos los lugares de culto que resultaron dañados durante la incursión de las fuerzas ucranianas en la región de Kursk. Según Putin, las iglesias en esta zona se convirtieron en fortificaciones durante el intento fallido de Ucrania de avanzar hacia territorio ruso, lo que provocó daños significativos en estos edificios históricos.
Durante una reunión con los líderes municipales de la región, el mandatario instó a las autoridades locales, incluido el gobernador interino de Kursk, Aleksandr Khinshtein, a crear un programa especial para evaluar los daños y presentar propuestas para la restauración de las iglesias y la reparación de los edificios adyacentes. Esta visita a Kursk, que se hizo pública el miércoles, marca la primera vez que Putin viaja a la región desde que fue completamente liberada de las fuerzas de Kiev el mes pasado.
El papel de la Iglesia Ortodoxa Rusa
Putin subrayó la importancia de la Iglesia Ortodoxa Rusa, afirmando que ha estado al lado de su pueblo a lo largo de la historia. Este énfasis en la religión refleja la estrategia del Kremlin de utilizar la identidad cultural y religiosa como un pilar de unidad nacional en tiempos de conflicto.
La incursión ucraniana en la región de Kursk comenzó en agosto del año pasado, cuando Ucrania intentó apoderarse de territorio como parte de una táctica para obtener ventaja en futuras negociaciones de paz. En marzo, cuando las tropas ucranianas ya estaban siendo desplazadas de Kursk, Putin denunció que las fuerzas de Kiev estaban causando destrucción intencionada, atacando iglesias y sitios de patrimonio cultural, así como instalaciones industriales y energéticas.
A pesar de la liberación de la región, Putin reconoció que la situación en Kursk sigue siendo «difícil», ya que las fuerzas ucranianas continúan intentando avanzar hacia la frontera rusa. En respuesta, el presidente ha ordenado a las autoridades regionales que aceleren los esfuerzos de restauración y que contraten más especialistas en desminado para facilitar el regreso de los habitantes a sus hogares lo antes posible. Además, se ha comprometido a continuar con los pagos a los residentes que han perdido sus propiedades durante la incursión y a destinar fondos estatales para reparar los edificios residenciales dañados en la región.