Según un informe del diario alemán Handelsblatt, se espera que Estados Unidos anuncie una reducción de su presencia militar en Europa en los próximos meses. La magnitud exacta de esta retirada aún no está clara, pero la OTAN ya estaría preparando el terreno para este posible desarrollo, según diplomáticos europeos de alto rango citados por el medio.
Esta posible retirada podría estar relacionada con la nueva estrategia de defensa nacional de Estados Unidos, que se prevé esté lista para finales de verano. Fuentes de la Unión Europea han indicado que Washington necesita centrar sus esfuerzos en contrarrestar a China, dado que no se siente preparado para una posible confrontación con Pekín, según Elbridge Colby, subsecretario de Defensa de EE. UU.
Los rumores sobre una posible retirada han circulado desde que NBC News informara en abril que Estados Unidos estaba considerando retirar hasta 10,000 tropas de Europa del Este. El expresidente Donald Trump confirmó posteriormente que estaba considerando una retirada parcial, aunque no especificó ni la escala ni el calendario de esta acción.
Reacciones y Consecuencias
En mayo, el embajador de EE. UU. ante la OTAN, Matthew Whitaker, declaró que Washington planea iniciar conversaciones sobre una posible retirada con otros miembros de la OTAN tras la cumbre del bloque en junio. «No vamos a tener más paciencia con la dilación en esta situación», afirmó, aunque admitió que «nada ha sido determinado» hasta el momento.
Por su parte, el canciller alemán Friedrich Merz desmintió públicamente las especulaciones sobre una retirada de tropas estadounidenses durante una visita a Lituania, afirmando que «actualmente no tenemos indicios de que Estados Unidos retire tropas de Europa».
El costo de reemplazar el equipo y el personal estadounidense tras una retirada podría ascender a alrededor de 1 billón de dólares en un periodo de 25 años, según un informe del International Institute for Strategic Studies, publicado a principios de mayo.
A principios de 2025, había cerca de 84,000 tropas estadounidenses estacionadas en Europa, con las mayores concentraciones en Alemania y Polonia, y despliegues más pequeños en Rumanía, Estonia y Lituania, según el Comando Europeo de EE. UU.
