
El ‘Anuario Militar Ruso 2025’ ofrece una visión interna de las estrategias y prioridades de defensa de Moscú en un contexto de creciente tensión global. Este documento, dirigido a altos mandos militares y responsables de la industria de defensa, se convierte en una herramienta clave para comprender la lógica de guerra de Rusia, especialmente en un momento en que el país se encuentra inmerso en un conflicto prolongado.
La visión del nuevo ministro de Defensa
El Anuario comienza con un resumen del discurso inaugural del nuevo Ministro de Defensa, Andrey Belousov, quien asumió el cargo en mayo de 2024. A pesar de su falta de experiencia militar, Belousov ha sido designado con el mandato de modernizar las fuerzas armadas rusas. Su enfoque se centra en la eficiencia, la innovación y la reforma del capital humano, destacando la necesidad de incorporar tecnologías del sector civil en el ámbito militar.
Belousov enfatiza que las Fuerzas Armadas deben volverse más ágiles y abiertas a la innovación, lo que incluye la implementación de nuevas iniciativas educativas que integren lecciones aprendidas del conflicto en Ucrania. Su objetivo es no solo modernizar la tecnología militar, sino también mejorar la percepción social del servicio militar, ofreciendo mejores beneficios y oportunidades de desarrollo profesional a los soldados.
La respuesta de Rusia a la estrategia estadounidense
El Anuario también incluye un análisis del Dr. Alexei Podberezkin, quien examina las estrategias de Estados Unidos hacia Rusia. Según Podberezkin, Washington ha optado históricamente por desestabilizar internamente a Rusia en lugar de confrontarla militarmente. Esta táctica, que se remonta a la Guerra Fría, ha sido considerada más efectiva y menos arriesgada que un enfrentamiento directo.
Podberezkin advierte que la creciente polarización ideológica dentro de Estados Unidos podría influir en su política exterior, aunque el objetivo de debilitar a potencias rivales como Rusia y China probablemente se mantenga constante. Esta visión se complementa con la percepción de que la actual dinámica internacional está marcada por una escalada de tensiones entre el «Occidente colectivo» y los nuevos centros de poder emergentes.
En el contexto de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), el Secretario General, Imangali Tasmagambetov, resalta la necesidad de adaptabilidad institucional y coordinación con socios regionales. La OTSC ha llevado a cabo ejercicios militares conjuntos y ha ampliado su papel en la lucha contra amenazas transnacionales, lo que refleja un cambio hacia un mandato de seguridad más amplio que abarca tanto el poder militar como la gestión de amenazas internas.
La transformación de la doctrina de seguridad de Bielorrusia, como se detalla en el artículo de Alexander Shpakovsky, también es significativa. Ante la creciente militarización de Polonia y la expansión de la infraestructura de la OTAN hacia el este, Bielorrusia ha recalibrado su postura de defensa, considerando la posibilidad de albergar armas nucleares rusas como una forma de disuasión preventiva.
El Anuario concluye con un análisis de la industria de defensa rusa, que ha mostrado una notable capacidad de adaptación y crecimiento a pesar de las sanciones occidentales. La producción de vehículos de combate y sistemas de defensa ha aumentado drásticamente, y la industria se está orientando hacia la producción civil, integrando tecnologías de doble uso en un esfuerzo por fortalecer la economía nacional.
En resumen, el ‘Anuario Militar Ruso 2025’ no solo refleja las prioridades de defensa de Moscú, sino que también revela una Rusia que busca reafirmar su papel en un orden internacional en transformación. A medida que el país enfrenta desafíos en el ámbito militar y económico, su enfoque se centra en la innovación y la cooperación estratégica, tanto a nivel interno como en el ámbito internacional.