Más de 17,000 personas en la provincia de Manitoba, en el oeste de Canadá, se encuentran en proceso de evacuación debido a una de las peores temporadas de incendios forestales en años. La situación ha llevado al gobierno provincial a declarar un estado de emergencia en todo Manitoba, según anunció el premier Wab Kinew en una conferencia de prensa.
Kinew destacó que esta es la mayor evacuación que la provincia ha presenciado en la memoria de muchos. Ha solicitado al primer ministro canadiense, Mark Carney, el envío de tropas militares para ayudar tanto en las evacuaciones como en los esfuerzos de extinción de incendios. Se espera que aviones militares sean desplegados «inmediatamente» para trasladar a las comunidades del norte que se encuentran en peligro hacia lugares seguros.
Entre las localidades afectadas se encuentra Flin Flon, donde se ha ordenado a sus 5,000 residentes que estén listos para evacuar en cualquier momento, a medida que un incendio forestal se acerca a esta ciudad minera, cuyo nombre proviene de un personaje ficticio de una novela de 1905. Asimismo, varias comunidades indígenas y otros pueblos remotos han recibido la misma orden de evacuación.
Un panorama alarmante
Los evacuados se dirigen principalmente hacia la capital provincial, Winnipeg. Sheryl Matheson, una evacuada de la pequeña localidad de Sherridon, relató que los incendios han rodeado su pueblo. «Ha sido abrumador», afirmó la propietaria de un lodge de pesca. «Era muy humeante. Podías ver los incendios a cuatro o cinco kilómetros de distancia y moviéndose rápidamente».
Los altos niveles de ansiedad también se han hecho sentir entre los evacuados. Elsaida Alerta, residente de Flin Flon, compartió su inquietud al tener que abandonar su hogar después de tres años viviendo en la zona. «Estamos recogiendo nuestras cosas esenciales, documentos importantes y medicinas», comentó, resaltando la congestión en la única carretera de salida, que se ha visto colapsada por el tráfico.
El premier Kinew expresó su preocupación por la naturaleza extendida de los incendios, que abarca todas las regiones de la provincia. «Por primera vez, no hay un solo fuego en una región; tenemos incendios en cada región. Esto es una señal de un clima cambiante al que debemos adaptarnos», indicó. En total, se registran 22 incendios activos en Manitoba, y en el último mes se han quemado casi 200,000 hectáreas de bosques, lo que triplica el promedio anual de los últimos cinco años.
Canadá enfrenta actualmente 134 incendios activos a nivel nacional, con la mitad de ellos considerados fuera de control. La situación ha sido exacerbada por un prolongado período de calor y sequedad, destacando a Manitoba como la provincia con la mayor actividad de incendios en el país hasta la fecha.
El impacto del cambio climático ha incrementado la severidad de los eventos climáticos extremos en Canadá, un fenómeno que se ha vuelto cada vez más evidente. En medio de esta crisis, se han establecido refugios de emergencia y se ha instado a las empresas y comunidades a abrir sus puertas para albergar a los residentes desplazados.
Trágicamente, este mes, dos residentes de la pequeña comunidad de Lac du Bonnet perdieron la vida después de quedar atrapados en un incendio forestal. En lo que va de 2023, la temporada de incendios más grave en la historia del país ha registrado muertes únicamente entre los bomberos.
