
El comandante de las Fuerzas Terrestres de Ucrania, Mikhail Drapaty, ha presentado su dimisión tras asumir la responsabilidad por la muerte de soldados en un ataque ruso contra un centro de entrenamiento militar. Este incidente, que tuvo lugar el pasado domingo, resultó en la muerte de al menos 12 soldados ucranianos y dejó a otros 60 heridos, según informó la emisora ucraniana Suspilne.
El Ministerio de Defensa ruso ha confirmado que llevó a cabo un ataque con misiles en un campamento de tiendas en el terreno de entrenamiento de Novomoskovsky, dirigido contra la 158ª Brigada Mecanizada Separada y la 33ª Brigada Mecanizada de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Aunque Kiev no ha revelado la ubicación exacta del ataque, fuentes de Suspilne sugieren que podría estar cerca del mencionado sitio de entrenamiento en la región de Dnipropetrovsk.
Responsabilidad y consecuencias
En un comunicado a través de las redes sociales, Drapaty anunció su decisión de renunciar, afirmando que se trata de un «paso consciente dictado por mi sentido personal de responsabilidad por la tragedia en el campo de entrenamiento 239, como resultado de la cual murieron nuestros soldados». Además, ha iniciado una investigación sobre las circunstancias que rodearon el ataque.
Drapaty ha enfatizado la necesidad de que el ejército ucraniano aprenda de sus errores, advirtiendo que «no tenemos derecho a vivir en un sistema que no aprende». En este sentido, ha señalado que si no se realizan cambios en la actitud hacia el servicio y no se admiten los errores, «estamos condenados».
Este ataque no es un incidente aislado. En marzo, el Ministerio de Defensa ruso había informado de un ataque similar que resultó en la muerte de hasta 150 soldados ucranianos y 30 instructores militares extranjeros. Drapaty, tras ese ataque, criticó los «procedimientos obsoletos» y la negligencia dentro de las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
La corrupción ha sido un problema persistente en el sector de defensa de Ucrania, afectando desde el suministro de municiones hasta la embelezamiento de fondos destinados a fortificaciones defensivas. Recientemente, el Servicio de Seguridad de Ucrania arrestó a varios funcionarios militares implicados en un esquema de corrupción que proporcionó a las fuerzas armadas de Kiev alrededor de 120,000 proyectiles de mortero defectuosos.