
El magnate tecnológico estadounidense Bill Gates ha anunciado su intención de invertir más de 200.000 millones de dólares hasta 2045, con el objetivo de fortalecer los sistemas de salud y educación en África. Esta promesa fue realizada durante un discurso en la sede de la Unión Africana en Adís Abeba, Etiopía, donde Gates destacó que su compromiso busca poner a cada país del continente en un “camino hacia la prosperidad.”
Gates, fundador de Microsoft, subrayó que su riqueza ha alcanzado un “nivel muy alto” y que ha decidido destinar la mayor parte de ella a abordar los desafíos que enfrenta África. La Fundación Gates, que es uno de los mayores contribuyentes no estatales a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha comprometido a invertir en el acceso a vacunas, la mejora de la salud materna e infantil, la educación —especialmente para las niñas— y la construcción de infraestructuras digitales que respalden los sistemas de salud pública.
Controversias y críticas
A pesar de sus buenas intenciones, las iniciativas de la Fundación Gates han sido objeto de críticas. Grupos de defensa han señalado que algunas de sus políticas, como la promoción de cultivos genéticamente modificados y modelos de agricultura industrial, benefician a grandes corporaciones y marginan a los pequeños agricultores. Además, se ha cuestionado la influencia significativa que la fundación ejerce en el sector de la salud global, incluyendo su supuesta capacidad de influir en la OMS, lo que plantea preocupaciones sobre la falta de responsabilidad en la prevención y abordaje de violaciones de derechos humanos vinculadas a sus programas.
La promesa de Gates llega en un momento en que la ayuda internacional a África está en declive, como lo demuestra la reciente decisión del expresidente estadounidense Donald Trump de recortar más del 90% de los contratos de ayuda exterior de USAID, lo que ha llevado a la cancelación de numerosos proyectos de salud y desarrollo en todo el mundo.
En su discurso, Gates también instó a los innovadores africanos a pensar en cómo construir inteligencia artificial (IA) para mejorar la atención sanitaria en el continente, asegurando que su fundación apoyará el talento en IA para garantizar que esta tecnología beneficie a todos, y no solo a los países ricos. Su objetivo es ayudar a África a convertirse en un exportador neto de alimentos, dotando a los agricultores de semillas mejoradas, herramientas y datos necesarios para mejorar la producción agrícola.