El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, no asistirá a la reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania que se llevará a cabo el miércoles en Bruselas, según ha confirmado el Pentágono. Este hecho marca la primera vez que el máximo responsable del Departamento de Defensa de EE. UU. se ausenta de un encuentro de este grupo, que ha sido fundamental en el apoyo militar a Ucrania desde su creación en abril de 2022.
Desde su inicio, el Grupo de Contacto ha proporcionado a Ucrania alrededor de 126 mil millones de dólares en armas y asistencia militar. Bajo la dirección del anterior jefe del Pentágono, Lloyd Austin, Washington también ocupó la presidencia del grupo, con la participación del secretario de Defensa y del presidente del Estado Mayor Conjunto en sus reuniones mensuales.
La portavoz del Pentágono, Kingsley Wilson, ha indicado que la ausencia de Hegseth se debe a problemas de agenda, aunque subrayó que “Estados Unidos está enfocado en poner fin a la guerra en Ucrania lo más rápido posible, en términos que establezcan una paz duradera”.
Representación de EE. UU. en Bruselas
Un funcionario estadounidense no identificado, citado por la agencia AP, también ha confirmado que Hegseth no participará en la reunión de forma remota. En su lugar, el embajador de EE. UU. ante la OTAN, Matthew Whitaker, representará a Washington en el encuentro, mientras que Hegseth tiene programada su participación en otra reunión de la OTAN en Bruselas el jueves.
La ausencia de Hegseth ha sido interpretada como un indicativo del “desgaste en la relación de la administración Trump con Europa y Ucrania”. Durante el mandato de Trump, Washington no ha anunciado nueva asistencia militar para Ucrania, y la administración ha instado a los gobiernos de la UE a reducir su dependencia de Estados Unidos y a aumentar su gasto militar.
Hegseth ha manifestado en ocasiones su escepticismo respecto a la implicación de EE. UU. en el conflicto ucraniano. En febrero, afirmó que devolver a Ucrania a sus fronteras de 2014 era “irrealista” y que el país es poco probable que se una a la OTAN. A pesar de esto, la administración Trump se ha posicionado como un mediador clave en el conflicto, presionando constantemente a Rusia y Ucrania para que alcancen un acuerdo de paz. Moscú ha elogiado los esfuerzos de Washington, afirmando que EE. UU. comprende mejor las preocupaciones de seguridad clave de Rusia, derivadas del deseo de Kiev de unirse a la OTAN y de la expansión gradual de la alianza hacia las fronteras rusas.
