Taurina y el envejecimiento: nuevos hallazgos científicos
La taurina, un suplemento popular, ha sido objeto de estudio en relación con el envejecimiento durante varios años. Investigaciones previas indicaban que los niveles de esta sustancia, presente en carnes y mariscos, disminuían tras la mediana edad, lo que sugería que podría ser un marcador de un envejecimiento saludable. No obstante, un estudio internacional realizado en 2023 corroboró que la taurina efectivamente disminuye con la edad, pero también reveló que los suplementos de taurina podrían ralentizar el proceso de envejecimiento en diversas especies animales.
Recientemente, un nuevo estudio publicado en la revista Science ha puesto en entredicho estas conclusiones. Este trabajo encontró que los niveles de taurina no disminuyen con la edad, sino que permanecen estables a lo largo de la vida adulta, e incluso pueden aumentar en algunas personas mayores. Esta aparente contradicción sugiere que las mediciones de taurina no serían un indicador fiable de longevidad y plantea interrogantes sobre su uso como suplemento anti-envejecimiento. Los autores del estudio se mostraron sorprendidos al no encontrar la asociación esperada entre niveles elevados de taurina en sangre y la protección contra la inflamación o enfermedades crónicas.
El Dr. Luigi Ferrucci, coautor del estudio y director científico del Instituto Nacional de Envejecimiento en Estados Unidos, expresó que la discrepancia encontrada con respecto a estudios anteriores necesita ser analizada más a fondo, ya que podría revelar mecanismos importantes relacionados con el envejecimiento. Por su parte, el Dr. Vijay Yadav, coautor del estudio anterior, destacó la relevancia de los datos en relación con el contexto en que fueron recopilados. Una de las bases de datos analizadas provino de un grupo homogéneo de personas en Finlandia, mientras que el nuevo estudio utilizó datos de Baltimore, donde la diversidad genética es mucho mayor. Esto sugiere que diferentes antecedentes genéticos pueden influir en los niveles de taurina, lo que implica la necesidad de definir mejor las variables a considerar en futuros estudios.
La taurina se produce en pequeñas cantidades en el cuerpo humano, aunque la mayor parte se obtiene a través de la alimentación, siendo los mariscos y las carnes oscuras las fuentes más ricas. Actualmente, Yadav y su equipo están llevando a cabo un ensayo controlado aleatorio para investigar si un suplemento de taurina puede mejorar la salud y retrasar el envejecimiento biológico. Los hallazgos presentados en estos dos estudios subrayan la complejidad del envejecimiento y la necesidad de más investigaciones para comprender plenamente el papel de la taurina en este proceso.
