Alberto Luceño, el empresario implicado en el caso de la compra de mascarillas y material sanitario para el Ayuntamiento de Madrid durante la pandemia, ha declarado este miércoles en la Audiencia Provincial de Madrid. En su testimonio, Luceño se ha presentado como un «mero transmisor de información», afirmando que su papel se limitó a facilitar el contacto entre la responsable de compras municipales, Elena Collado, y la empresa asiática Leno, proveedora del material. Según su versión, fue Collado quien, debido a su falta de experiencia en este tipo de adquisiciones, le solicitó ayuda, pidiéndole que no la dejara «sola».
Los roles de Luceño y Medina en la operación
Durante su declaración, Luceño ha atribuido a Luis Medina un papel fundamental como «facilitador» en la operación, asegurando que fue él quien le proporcionó el contacto con la funcionaria del Ayuntamiento. Luceño enfatizó que sin Medina no se habría llevado a cabo la operación. En este contexto, la Fiscalía ha solicitado penas de prisión significativas: 15 años para Luceño por estafa, falsedad documental y fraude, y 9 años para Medina por estafa y falsedad documental. Luceño indicó que su primer contacto con Collado tuvo lugar el 22 de marzo de 2020, cuando ella le expresó la «necesidad imperiosa» de adquirir material sanitario, y le envió una lista con 37 productos, de los cuales finalmente se centraron en tres.
En su defensa, Luceño ha sostenido que su labor se limitó a mediar entre el comprador y el vendedor, sin influir en los precios, que, según él, fueron acordados por ambas partes. Además, ha argumentado que su intención no era estafar, considerando que podría haber obtenido mayores beneficios si hubiese vendido más productos. La Fiscalía sostiene que Luceño y Medina engañaron al Ayuntamiento mediante el inflado de precios y ocultando la cantidad real de sus comisiones, que ascienden a seis millones de euros, dinero que, según la investigación, fue destinado a la adquisición de bienes de lujo.
