Un estudio australiano ha puesto de manifiesto la clara relación entre el consumo de desayuno y el éxito académico, revelando que los estudiantes que omiten esta comida, ya sea ocasional o permanentemente, obtienen peores resultados en las pruebas NAPLAN en comparación con aquellos que desayunan de manera habitual.
La investigación, publicada en la revista Public Health Nutrition, fue llevada a cabo por un equipo del Kids Research Institute de Australia, que analizó los hábitos de desayuno reportados por 28,651 niños y adolescentes de escuelas de Australia del Sur, con edades comprendidas entre los 8 y 16 años. Los investigadores examinaron el rendimiento de estos estudiantes en las pruebas NAPLAN, que son evaluaciones estandarizadas de alfabetización y matemáticas que realizan los alumnos en los cursos 3, 5, 7 y 9, con el fin de establecer una conexión entre ambas variables.
Bajo la dirección de la Oficial de Investigación Senior, la doctora Alanna Sincovich, el estudio encontró que el 57.6% de los alumnos admitió saltarse el desayuno a veces (uno a seis días a la semana), mientras que un 10.1% confesó que lo evitaba todos los días. “En general, nuestros hallazgos muestran que los niños que no desayunan —ya sea ocasionalmente o de manera diaria— tienen un mayor riesgo de no alcanzar los estándares mínimos nacionales en las pruebas NAPLAN”, comentó la doctora Sincovich. “Observamos este aumento en el riesgo de obtener puntuaciones bajas en todas las pruebas de NAPLAN.”
Metodología sólida y resultados preocupantes
La coautora del estudio, la profesora asociada Tess Gregory, destacó que investigaciones previas habían explorado la relación entre el desayuno y el éxito académico, pero habían utilizado tamaños de muestra más pequeños o medidas de rendimiento no estandarizadas, como las calificaciones escolares. “En nuestro estudio, nos propusimos utilizar una metodología robusta para contrarrestar estas limitaciones, empleando una muestra amplia, una medida estandarizada de rendimiento para todos los estudiantes y controlando factores que podrían influir en la relación entre el consumo de desayuno y el rendimiento académico, tales como la edad, el género y el estado socioeconómico”, apuntó la profesora Gregory.
Los responsables del estudio apuntan a que los motivos detrás de la omisión del desayuno no fueron objeto de análisis, aunque se sugiere que existen diversos factores que afectan a las familias, tales como la inseguridad alimentaria. “Para algunas familias, puede tratarse de no tener suficiente comida para poner en la mesa; para otras, puede ser una cuestión de falta de tiempo o simplemente de que a los niños no les gusta el desayuno. También hay jóvenes que pueden estar restringiendo intencionadamente su alimentación por motivos relacionados con el peso y la imagen corporal”, añadió la profesora Gregory.
Con el inicio de las pruebas NAPLAN programado para el 12 de marzo, la nutricionista del Kids, la doctora Amelia Harray, sugirió que los padres pueden adoptar medidas para fomentar el consumo de desayuno, siempre que tengan acceso y puedan permitírselo. “Involucrar a los niños en la decisión de lo que les gustaría comer en el desayuno, como elegir los ingredientes de un batido o un tipo específico de cereales, puede proporcionarles un sentido de participación, lo que apoya su consumo”, recomendó la doctora Harray.
Los alimentos comúnmente consumidos en el desayuno en Australia, tales como cereales con leche, frutas, tostadas o huevos, son excelentes fuentes de nutrientes esenciales, incluyendo energía, calcio, proteínas, vitaminas y minerales, que ayudan a los niños a crecer, concentrarse y mantenerse activos en la escuela. “El desayuno no tiene que incluir los típicos ‘alimentos para el desayuno’ como tostadas o cereales. Algunos niños pueden preferir sobras de la cena, y eso también está bien”, agregó.
El estudio respalda la continuidad de los Programas de Desayuno Escolar en Australia, y el Kids Research Institute está comprometido a trabajar con los gobiernos para implementar estos programas y asegurar que todas las familias que los necesiten puedan acceder a ellos. “Nuestro objetivo es realizar más investigaciones para comprender las razones detrás de la omisión del desayuno y trabajar con los gobiernos y la comunidad para aumentar las tasas de consumo de desayuno entre todos los niños australianos”, concluyó la profesora Gregory.
